Entrevista a Pepa Bueno | Periodista Cadena Ser

“Está en manos de los políticos no coger el camino suicida de hacer su trabajo un estorbo”

  • La periodista se ha desplazado hace unos días a Granada para hacer su programa Hora 25 y tratar el problema de la despoblación. La entrevista se desarrolla por teléfono, desde un taxi hacia el aeropuerto y con mascarilla. Aún así, Pepa Bueno habla nítido y claro

“Está en manos de los políticos no coger el camino suicida de hacer su trabajo un estorbo”

“Está en manos de los políticos no coger el camino suicida de hacer su trabajo un estorbo”

–Debe de ser de los pocos españoles que viajan ahora y dicen que hay eco en los aeropuertos...

–Impresiona mucho estar en un aeropuerto y encontrarlo prácticamente vacío. Además, siendo un aeropuerto español, que siempre son un hervidero de personas. Viajo con todas las precauciones del mundo.

–¿Teme que le monitoricen en Andalucía?

–(Risas) Voy y vuelvo en un día, desgraciadamente para mí, así que no me da tiempo. Yo paso los veranos en Cádiz, pero como no tengo segunda residencia, no creo que me monitoricen.

–¿En estos momentos, la política es una solución a nuestros problemas o un problema sin solución?

–Me parece capital esta cuestión porque es muy peligroso que lleguemos a plantearnos esto. La política se ha convertido en un problema cuando bien es sabido que es la única manera de arreglar la convivencia y me parece un debate muy serio y profundo. Está en manos de los políticos que no emprendan el camino suicida de hacer su trabajo, no solo innecesario, sino además un estorbo para la convivencia y para la vida de los ciudadanos.

–También nos critican a los periodistas, nos acusan de estar politizados...

–A mí me parece muy bien que nos critiquen, nuestro trabajo es público y por tanto está sometido a crítica. Y esto hay que llevarlo en el paquete y tenerlo claro, que la gente tiene todo el derecho a criticar. Otra cosa es el barrizal en el que se convierten las redes sociales. Eso es otra cosa, pero eso afecta a periodistas y a todo el mundo.

–¿Le ha complicado mucho la vida la política en su carrera profesional?

–A mí no me ha complicado especialmente la vida la política. He estado muchos años trabajando en una televisión pública en la que durante décadas era determinante quién gobernaba y eso nos ha condicionado a todos los que estábamos allí. Pero a mí la política me gusta mucho, me gusta informar y analizar la política. No me la complica, me encanta analizarla.

–Con quién se iría de cañas? ¿Pedro Sánchez, Casado, Rufián… Abascal?

–Es que yo las cañas las reservo para los amigos. Tengo una línea divisoria muy muy marcada entre mi vida profesional y mi vida laboral. A cualquiera de ellos le haría una entrevista mañana, yo entrevisto a todo el mundo, pero para irme de cañas lo hago con mis amigos.

–Si pudiera hacerle ahora una sola pregunta al presidente del Gobierno, ¿cuál sería?

–Le preguntaría si precipitó la desescalada por presiones políticas, económicas y sociales.

–La pandemia llegó en pleno momento de auge del feminismo, ¿pero hay riesgo de retroceso?

–Yo espero que no y en el fondo creo que no, porque el feminismo es un movimiento que ha calado muy profundamente en las jóvenes y en los jóvenes, en los chicos. Y eso es la garantía de cotinuidad. Ahora casi cualquier cosa está relegada por la pandemia, aunque la pandemia también tiene sesgos de género, el teletrabajo está sobrecargando a las mujeres… Pero creo que no, la pandemia obliga a mirar las cosas desde otro sitio, pero el feminismo es un movimiento muy vital, porque las históricas abrieron camino y porque ha calado de una manera muy natural y creo que irreversibles entre los jóvenes, unos y otras.

–¿De qué otros temas se nos está olvidando hablar ahora que todo es coronavirus?

–Pues seguro que de muchos, a mí eso me preocupa mucho y procuro mantener antenas bien desplegadas. Si detecto un tema del que no estamos hablando me ocupo de él. Seguro que nos estamos olvidando de muchas cosas, porque tenemos el foco puesto de forma muy intensa en el coronavirus, porque atraviesa toda nuestra vida, en todos los órdenes, en tu casa, en la calle, en el trabajo… Pero seguro que están pasando cosas de las que no nos estamos enterando porque no tenemos el foco ahí.

–Han pasado casi tres décadas desde que trabajó en TVE Andalucía. ¿Cómo hemos cambiado?

–Lo he seguido muy de cerca, porque no he dejado de ir y estoy muy vinculada. Dirigí informativos allí del 90 al 95 y fueron años apasionantes. Los cambios los he vivido en el día a día, no tengo perspectiva. Voy siempre que tengo ocasión. Amo profundamente Andalucía y no tengo distancia crítica. Está en transformación, como España. Siempre estamos como que llegamos a un sitio, que ésta va a ser la oportunidad definitiva y siempre pasa algo que nos deja en el derrotismo y en el pesimismo, como en el conjunto de España. La pandemia nos está llevando otra vez a ese sitio, al sitio de por qué lo hemos hecho peor que otros países, por qué tenemos la incidencia más alta. Estamos como siempre, en el camino a punto de conseguir y siempre pasa algo que lo corta en seco.

–En su programa desde Granada han hablado de despoblación. Como en los pueblos no hay Metro ni aglomeraciones, ¿puede ser la pandemia una oportunidad histórica?

–Eso empiezan a decir los expertos. Que hay gente que se replantea abandonar las ciudades para buscar espacios más propicios para la vida. En las ciudades se han construido viviendas de paso, para ir a cenar y acostarte, no para vivir. Y la pandemia de repente reveló como si fuera un rotulador luminoso que esas casas no estaban concebidas para la vida, sino para el tránsito. Para llegar cansado, cenar, acostarte y como mucho un fin de semana de sofá. Puede ser, pero la gente busca los lugares donde tienen oportunidades, no sólo viviendas para la vida. Creo que cualquier revitalización seria de lo que se llama la España vacía pasa por crear oportunidades allí, hacer la vida, el trabajo y la realización personal posibles.

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