Jesús Ángel García Bragado | Atleta

"Hago marcha porque correr es de cobardes"

Chuso García Bragado posa con los aros olímpicos.

Chuso García Bragado posa con los aros olímpicos. / Javier Ocaña

Jesús Ángel, alias Chuso, García Bragado (Madrid, 1969) es un hombre pegado a los aros olímpicos;de hecho, es el deportista español con más participaciones. Ha competido siete veces en los 50 kilómetros marcha en los Juegos y con 51, cerca de los 52, cerrará su brillantísima y longeva carrera con los octavos en Tokio. En el 93 fue campeón del mundo de esta modalidad, que pasará a la historia después de la cita en Japón, y tiene tres medallas más en Mundiales. Le van los retos: fue concejal del PP en Lérida y líder de la oposición en San Adrián del Besós.

–Montse Pastor, su mujer, es también su preparadora. ¿Aprieta más los entrenamientos si se enfadan?

–No, no. Me aprieta en las tareas de la casa, la tengo que dejar impoluta.

–Compite en 50 km marcha y se presentó a las elecciones por el PP en Cataluña. Le van las opciones minoritarias.

–Soy muy colchonero y quizás tenga pasión por las causas perdidas. Ser del Atleti no es cualquiera cosa.

–¿Su cuerpo no está harto de usted?

–Siempre he sido culo de mal asiento; esto va, supongo, con la genética. Nunca pongo límite a las cosas, aunque ahora el cuerpo me da señales de que ya he pasado de la cincuentena.

–¿Qué hueso y qué músculo sufren más en un marchador?

–La cadera, la pelvis. De hecho, tengo las dos caderas intervenidas en la cabeza del fémur. Por tanto, sufren los músculos de alrededor: aductores, isquiotibiales, muslos... Nos los rompemos de vez en cuando si le pedimos demasiado al cuerpo.

–No está para bailar salsa.

–He hecho cursos de merengue, salsa y bachata para mover mejor la cadera, aunque no tengo mucho ritmo.

–¿Por el atletismo o por gusto?

–Ya de paso aprendes un poquito de baile y, aunque no tengo la necesidad de ligar, por si acaso la hubiese...

–¿Ir de menos a más en las competiciones es una lección de vida a los jóvenes?

–Me gustaría que eso fuese una opción, pero la tendencia inicial siempre es intentar ir en el grupo delantero. Esto lo aprendí a base de errores; cuando comenzó este siglo cambié de estrategia y funcionó. Empecé en el siglo XX pero llevo más competido en el XXI. Como se aprende en la vida generalmente es por ensayo y error.

"He hecho cursos de merengue, salsa y bachata para mover mejor las caderas, pero no tengo mucho ritmo"

–Preparó el Mundial de Doha bebiendo glicerina para hidratarse. ¿Con qué refresca los pies, con zumo de naranja?

–El problema en Doha, más que refrescarse, era secarse. Lo mejor hubiera sido llevarlos a un secadero de jamones porque las zapatillas al día siguiente del entrenamiento seguían húmedas. Las sesiones eran nocturnas, de día estabas escondido y olvidaba sacarlas al sol. Estábamos a 46 grados, un poquito más incluso que en Sevilla.

–Señor podólogo, ¿consejos para cuidar los pinreles?

–Tener siempre a mano una crema de urea. Y no llevar los pies aprisionados en el calzado, dejar que el pie se mueva porque tenemos tendencia a llevarlos prisioneros en el calzado.

–Si correr es de cobardes, marchar es de...

–Por eso hago marcha, porque correr es de cobardes...

–¿Cuándo fue la última vez que echó a correr?

–En el Maratón de Barcelona en 2017 por los 25 años de los Juegos del 92. Y cuando cumplí 40 me invitaron al de Nueva York. Esas dos veces me dediqué a correr.

–Entrando en Candelario (Salamanca) hay un cartel antiquísimo: Automóviles. Velocidad. Al paso del hombre. 12 kilómetros hora. ¿Tienen alma de marchadores en la Sierra de Béjar?

–Igual está cuesta abajo. Mariano Rajoy camina deprisa y no va a 12 km/h. Hablamos de cinco minutos cada kilómetro, ¿eh? Esa velocidad es más bien marcha atlética, más que caminar.

–¿Cuál es el pensamiento más absurdo que se le ha ocurrido las cerca de cuatro horas que dura su prueba?

–Cuando voy mal en la competición, pienso que no he estudiado suficiente. Por entrenar mucho no le he dedicado tiempo a estudiar y no he tenido las notas que quisiera o he suspendido alguna asignatura. Y te dices: "Vaya pérdida de tiempo, mejor me hubiera dedicado a estudiar". Cosas absurdas que ya no tienen solución.

–Leo que en 2009 tenía fama de cascarrabias. ¿Es un huraño sin piedad ahora?

–Ahora soy más cordial gracias a la entrenadora, que me ha suavizado el carácter. También unos tienen la fama y otros cardan la lana.

–En la misma información viene que, atento, los "Juegos Olímpicos nunca han sido lo suyo" y va usted para los octavos.

–Por cierto, los años impares siempre se me han dado bien, he sacado medallas, a lo mejor es un presagio...

–Cuádruple medallista mundial en 13 participaciones, tampoco tiene tanto mérito.

–Jajaja. No sale buena la media, no, tenía que haber sido más prolífico.

–Fue campeón del mundo en 1993. Más de la mitad de sus compañeros de la delegación española en Tokio no habían nacido.

–El salto tan generacional es tan brutal que en el fondo los entiendo porque tengo dos hijas de 18 y 21 años. Es una relación más paternal que de compañerismo.

–Mejor español en Atenas (5º), Pekín (4º), Londres (17º) y Río (20º). Como espere un relevo en los Juegos, está en activo hasta 2040.

–No, lo estoy prolongando más allá de lo razonable. Alguien vendrá. La marcha atlética siempre ha tenido cantera. Yo sustituí a grandes marchadores y pasará igual conmigo.

–Dado el dopaje de Estado ruso, si usted fuera moscovita y no madrileño igual aspiraría a ser olímpico en Los Ángeles 2028...

–Algo habrían descubierto para parar el envejecimiento, ¿no? Igual tienen algo por ahí. La parte buena es que Putin regala coches a los medallistas y yo habría tenido la fortuna de vivir de otra manera. Pero estoy orgulloso de ser español y viendo ahora el comportamiento de la gente con lo que estamos viviendo me siento aún más orgulloso. En mi mente no entra haber sido ruso; aparte me gusta más el calor que el frío.

–Su ex compañero en política Albiol, que también es García de primero, ¿es más o menos Bragado que usted?

–Xavi conoce muy bien Badalona, tiene esa gran ventaja. Más tarde o más temprano volverá a ser alcalde. Seguramente lo que yo aplico en el deporte, él lo hace en política, sobre todo en su municipio, lo conoce bien. Al final, el diablo sabe más por viejo que por diablo.

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