Berna Perles | Soprano

“La cultura ha sido indispensable para mantener la cordura”

  • La soprano Berna Perles lamenta el peligro que corre el sector cultural a pesar de aportar el 3% del PIB

  • "Andalucía es una superpontencia a nivel artístico", dice y considera que con el impulso que reciben otros "seríamos imparables"

La soprano malagueña Berna Perles.

La soprano malagueña Berna Perles. / Ernesto Oheler (Málaga)

Berna Perles (Málaga, 1985) no soñó de pequeña con ser soprano. El piano llegó antes. Empezó a tocarlo con 6 años y cuando lo dejó tras una década de estudio siguió conectada a la música a través del canto. “Fue mi madre quien me animó”, reconoce. Así que comenzó una formación que le ha llevado a debutar en el primer circuito de teatros españoles. El Teatro de la Zarzuela, el Campoamor, el Liceu, el Cervantes ya conocen su voz. Y este 2020 debutaba en el Villamarta y en el Real, citas que han tenido que reprogramarse con la pandemia. Pero las aguas volverán a su cauce.

–¿Cómo irrumpió el Covid en su vida profesional?

–Pues cancelando un montón de compromisos que teníamos para 2020, en algunos casos se han podido posponer y en otros no. Hay un trabajo que se ha perdido, un vacío profesional. Aún así, creo que las oportunidades profesionales importantes las podré abordar en el futuro cuando se reprogramen. No noto un parón en la evolución de la carrera, más bien un parón laboral que se reanudará cuando haya normalidad.

–Las restricciones en la cultura, ¿han sido un agravio comparativo?

–Absolutamente. Un sector que ha demostrado que no ha tenido brotes desde la desescalada, que se ha empeñado concienzudamente en hacer las cosas muy bien y ha respetado todas las medidas de seguridad, que lo tiene todo muy controlado, no debería de haberse visto afectado por un cierre o por nuevas restricciones en primer lugar. Se debería de haber sido más respetuoso y cauto con nuestro trabajo.

–¿Se ha visto especialmente perjudicado?

–Sí, y eso que somos un sector muy vulnerable, con mucha precariedad laboral, el trabajo es muy intermitente, estamos muy desprotegidos y ha habido cierto ensañamiento. Es un sector que corre mucho peligro y hay que recordar que aporta más de un 3% al PIB. Sin embargo, recibe en subvenciones menos de un 0,5%.

–¿Es un bien necesario, ahora más que nunca?

–Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que la gente necesita cultura, porque nos salva de las situaciones más angustiosas. El sector tendría que tener un mayor apoyo. La cultura no solo es necesaria como entretenimiento, que también, ha sido indispensable para mantener la cordura durante tanto tiempo. Pero también se necesita como individuos, como sociedad, para fomentar la reflexión, el sentimiento de búsqueda interior, de mejora. El arte inspira solidaridad, tolerancia, sirve para tanto bueno que me parece un error no potenciarla más aún en estos momentos.

–¿Cree que la lírica es inmortal?

–Todo el arte es inmortal porque forma parte del ser humano, lo necesita profundamente. Uno puede intentar dormir a las personas, pero estas no se duermen nunca. El arte siempre va a ser una búsqueda y la lírica es una cosa más. No es separable de cualquier otra arte. Por supuesto que va a pervivir, no creo que pueda desaparecer. Habrá que buscar cauces y maneras.

–¿Sigue teniendo un público fiel que se renueva?

–Siempre se piensa que el público de la ópera y la clásica está envejecido. En parte así es, pero desde hace años me encuentro a muchísimos jóvenes interesados. Lo importante es que haya precios asequibles para poder acceder y un interés en la educación de la música. Para que algo guste tienes que mostrarlo, es imposible que la gente se interese por algo que no conoce. La educación es un pilar importantísimo, así se hace público y cantera.

–¿Labrarse un camino de éxito es de difícil para una soprano malagueña?

–Hoy en día es muy fácil pertenecer al mundo entero. Eso sí, para ser cantante lírico tienes que moverte, formarte, y lo puedes hacer desde cualquier lugar. He estado dos años en Italia, otros dos en Viena y viajo muchísimo, como profesional y como estudiante. La formación ha de ser continua, la técnica vocal nunca se deja de estudiar, el instrumento está dentro de nosotros, va cambiando y tenemos que ir adaptando constantemente la técnica.

–¿Qué papel está jugando la mujer en la actualidad de la lírica?

–Con el auge del movimiento feminista de los últimos años, se nota que el sistema está dando un poco más de hueco al talento femenino en lugares que tradicionalmente han sido de hombres. Pero sí que hay una lucha que queda por hacer. La mujer, si quiere ser madre, tiene que enfrentarse a un reto importante.

–¿La conciliación con la vida familiar es especialmente difícil?

–Es complicada. Es una profesión que te exige viajar mucho y tomar decisiones difíciles. En este sentido es esencial la corresponsabilidad. Es la única forma de que una mujer pueda trabajar sin tener una mochila enorme a su espalda, compartiendo, dividiendo y haciendo equipo. La auténtica igualdad será cuando la mujer no tenga que llevar la carga de cada una de las parcelas. También hace falta apoyo institucional para la conciliación y una mayor valoración de la familia, ponerla en el lugar que se merece.

–¿Cómo ve la salud del género en Andalucía?

–A nivel artístico Andalucía es una superpotencia internacional, el nivel que hay en esta tierra es muy difícil de encontrar en otro sitio. Pero el apoyo al arte es otra cosa. Hay comunidades que apoyan mucho más a la cultura. Andalucía necesita sentirse más orgullosa de sus artistas, creernos lo que somos y apoyar más la gestión cultural. Si tuviéramos el impulso que tienen otros seríamos imparables.

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