Hace casi cuatro años de ello y prácticamente ya nadie se acuerda de que Huelva comenzó el año 2008 liderando el crecimiento económico de Andalucía. Entonces era la provincia que más crecía y, además, la única andaluza que fue capaz de mantener el tipo y además el liderazgo. Hoy, no sólo no se está a la cabeza sino que el ritmo económico se ha invertido para ocupar los últimos puestos con un crecimiento prácticamente nulo, según las últimas previsiones realizadas por Analistas Económicos de Andalucía.

Desde que estallara la crisis, Huelva ha sido vapuleada por la mayor parte de las estadísticas y estudios económicos. El desempleo y el freno a la iniciativa empresarial se han acomodado en los números rojos, aunque haya habido algún respiro que ha llegado de la mano de agentes coyunturales como las campañas turística o agrícola. La recuperación ya se anunciaba larga, lenta y complicada y las previsiones para Huelva no han hecho sino constatarlo.

El ritmo de crecimiento (4,3%) con el que arrancó el último gobierno de Zapatero llegó de la mano del dinamismo del sector industrial. Pero no tardó mucho en dejar huella el freno económico, que pisó con fuerza la provincia de Huelva y dejó, a los pocos meses, unos índices de crecimiento que no alcanzaron ni a la mitad de los registrados un año antes. El aumento constante del endeudamiento de las familias y empresas, junto al alza de los precios de la viviendas, el paulatino avance del déficit comercial (saldo negativo entre exportaciones e importaciones) y la escalada de precios de consumo provocaron que el ritmo de crecimiento que hasta entonces había sido el mayor de Andalucía cambiase de tendencia y se convirtiera en el más bajo de la región. El primer trimestre se cerraba con un crecimiento del 2,1% en la provincia onubense.

El curso de la economía superaba con el paso del tiempo los pronósticos más demoledores un año después, cuando se empieza a apuntar de que el ciclo negro no cerraría capítulo, al menos, hasta inicios de 2011. Era el principio de una derrota provocada por una acusada destrucción de empleo, uno de los indicadores en los que la provincia de Huelva se ha ido colocando a la cabeza autonómica trimestre tras trimestre.

En medio de lo que parecía un túnel sin salida, Huelva se reafirmó de nuevo (un año después) como una de las provincias andaluzas con mejor comportamiento de su economía. Con un crecimiento del 0,3% en el segundo trimestre de 2010 (en relación al mismo período del año anterior), la provincia protagonizó el mayor aumento de la actividad económica de la región y recuperaba así los valores positivos que no se veían desde 2008. Lo hizo, en parte, gracias el impulso de dos sectores que han mostrado desde el inicio de la crisis su fortaleza ante las dificultades económicas: la agricultura y los servicios. Hoy, las previsiones para el cierre del ejercicio apuntan un estancamiento con una actividad económica que mostrará una ligera mejoría respecto al primer semestre. En la herencia que recogerá el nuevo Gobierno, que deberá superar la asignatura de la competitividad para mejorar la producción y lograr generar empleo.