Elecciones

Un debate histórico en desigualdad de condiciones

EL debate reúne dos elementos determinantes que lo convierten en una cita distinta a las de hace 4 años. Los candidatos nunca se han visto las caras en una contienda de este tipo. Y, sobre todo, el contexto económico y la confianza de la población han cambiado y han evolucionado hacia un pesimismo generalizado que reclama un cambio.

Esta coyuntura influye en la forma de afrontarlo. Rajoy llega con una ventaja y credibilidad significativa frente a su rival. Así lo refleja el último barómetro del CIS. Esta realidad demoscópica determina la forma de preparar el debate. Se augura que su planteamiento responda a la estrategia mantenida: un discurso emocional basado en un perfil bajo, sin arriesgar y en tono conciliador. Rubalcaba deberá optar por un posicionamiento distinto. Deberá rentabilizar la única oportunidad de enfrentarse a su rival ante una audiencia millonaria.

El candidato socialista saldrá a la pista a correr como si fuera la última carrera como atleta. Su planteamiento seguirá la misma sintonía que sus últimas intervenciones y se fundamentará en el Pelea por lo que quieres. Se prevé que se caracterice por el pragmatismo y la concreción. Su planteamiento debería buscar el contraste de ideas, la pelea y el roce (en el buen sentido).

Los mensajes del presidente del PP pondrán en valor el perfil de un candidato que basa su programa en la moderación y el centro ideológico. Su discurso resaltará el relato que ha construido: un Rajoy más humano, periférico, cercano y alejado del ala dura. En el caso de Rubalcaba, sus mensajes se centrarán en mostrar un candidato alejado de la gestión económica de Zapatero. De ahí la puesta en escena de antiguos dirigentes. Su discurso pondrá de manifiesto que él es el candidato de las ideas, que tiene un programa concreto.

En palabras del lingüista norteamericano George Lakoff, presumiblemente veremos a un Rajoy que actúa como padre estricto y a un Rubalcaba como padre protector.  El debate no cambiará el resultado del 2O-N, pero deja en el aire si volverá a repetirse esta misma cita histórica.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios