El debate sobre el debate entre las candidatas al Congreso de los Diputados por el PP, Celia Villalobos, y el PSOE, Trinidad Jiménez, llega a su fin. La exalcaldesa de Málaga fue clara ayer al afirmar que no negociará "nada más" con la formación socialista en pro de celebrar un cara a cara con su principal contrincante a los comicios del 20-N. Una posición que se suma a la de la actual ministra de Asuntos Exteriores, que aseguró que no debatirá con nadie más que no sea Villalobos.

Ésta acusó al PSOE de no haber querido "jamás" un debate "libre", sino uno "encorsetado, donde Jiménez estuviera protegidita y monólogos", como, a su juicio, fue el celebrado el pasado miércoles en Canal Sur y al que no acudió ninguna de las dos cabezas de cartel. "Como dice una amiga las patas de gallo no salen de balde y yo llevo ocho campañas electorales mías, así que no intenten engañar a nadie", apostilló. "Me van a disculpar pero quien más sabe aquí soy yo, pero porque he hecho muchos, no por otra razón, mejor o peor, pero he hecho muchos".

Jiménez, por su parte, aclaró su posición y dijo que sigue estando "dispuesta" a acudir a un debate, pero con la cabeza de lista del PP, al entender que "es lo apropiado, lo justo, y lo que los ciudadanos malagueños están esperando". "Sigo apostando por un debate con la candidata del PP, que es lo que corresponde cuando se realiza una campaña electoral de estas características", dijo.

Para la candidata socialista, un cara a cara entre las cabezas de lista por Málaga a la Cámara Baja es "lo más adecuado" para "estudiar, examinar y ver las propuestas e iniciativas y sobre todo la capacidad para poder representar y defender los intereses de los malagueños". "Voy a seguir insistiendo en este debate que es importante que se celebre por respeto a los ciudadanos", expresó.