Elecciones

Rubalcaba acusa a Rajoy de practicar "la ley del silencio"

  • El candidato socialista afirma que el PP desarrolla una "campaña valium" para no perder votos y no informar a los ciudadanos de lo que haría si llega al Gobierno.

La ley del silencio es una de las películas más célebres y premiadas de los años 50, un soberbio drama sobre la delación en el que confluyen los talentos de Elia Kazan (director), Budd Schulberg (guionista), Leonard Bernstein (banda sonora) y Marlon Brando al frente de un extraordinario reparto. Una historia de silencios obligados, temblorosos, amenazados. No es el mismo tipo de silencio que, según el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, practica Mariano Rajoy, que es el silencio voluntario y calculado "de quien no se atreve a decirles a la cara a los ciudadanos lo que va a hacer: recortar las prestaciones al desempleo, dejar sin efecto los convenios colectivos en las pymes y revisar las pensiones cada dos años".

Un silencio, en suma, estratégico, autoimpuesto por interés electoral. Una nueva "ley del silencio" que obliga a los socialistas a una doble tarea: explicar, en palabras de Rubalcaba, "nuestro programa y el suyo". Porque "si dicen lo que harán, mucha gente saldrá corriendo en dirección contraria". Así lo dijo Rubalcaba ayer en el polideportivo de Fátima, en Córdoba, en un mitin que reunió a unas 3.000 personas y en el que el exministro avanzó que Rosa Aguilar volverá a ostentar una cartera ministerial si ganan los socialistas. En el acto también intervinieron   la propia cabeza de lista del PSOE al Congreso por Córdoba, Rosa Aguilar; el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el secretario general del PSOE en Córdoba, Juan Pablo Durán. Una cita que sirvió para recargar el ánimo de la familia socialista cordobesa, a quien Rubalcaba pidió toda su implicación y que no sucumba a los intentos de "desmovilización" de la derecha, "que sabe que sólo gana si nos quedamos en casa". 

Para salir de la crisis, en opinión del candidato socialista, hay "dos tipos de modelos". El suyo se basa en proporcionar a los ciudadanos "seguridades básicas", convertir a los poderes públicos en "locomotora" para la recuperación, decirle a Europa que además de los ajustes hay que apostar por el "crecimiento", realizar un "esfuerzo de inversión" desde el ámbito público que haga frente a la paralización de la iniciativa privada, ofrecer ayudas fiscales a las pymes y los autónomos y "abaratar la contratación". "De esta crisis se puede salir por la derecha o por la izquierda, y en materia de derechos, hacia adelante o hacia atrás", añadió el exvicepresidente del Gobierno, que reiteró su idea de "pedir recursos a los que más tienen, a las grandes fortunas y patrimonios", a "los bancos y las grandes corporaciones".

Frente a esto, la "deliberada ambigüedad" del PP, que ha apostado por una "campaña valium", adormecedora, que sin embargo no puede ocultar sus objetivos:  "Naturalmente que saben lo que quieren hacer. Son la derecha. Han gobernado este país muchos años". Y un ataque directo a Rajoy, que pretende gobernar "leyendo lo que le dictan, sin ideas propias, sin iniciativa, sin comprometerse" y "sin sentimientos hacia la gente que peor lo está pasando en la crisis".

Rubalcaba cree que los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2012 desmontan "la falacia de la derecha" de que para salir de la crisis hay que recortar en derechos sociales, una idea que es "de necios". Y una reflexión para la izquierda desubicada o pesimista: "Este es nuestro siglo". La "sociedad del conocimiento", la mejora de los derechos básicos y "la igualdad de oportunidades" componen un escenario en el que la izquierda del siglo XXI debe sentirse orgullosa por las conquistas realizadas. 

Pero nunca satisfecha, como previamente había señalado Griñán, menos enardecido que sus antecesores Durán y Aguilar pero igualmente combativo a la hora de referirse a una derecha "que sigue siendo lo mismo que hace treinta años" y que "ha estado siempre en el interés particular, nunca en el general". "Que no nos escriban la historia los que nunca arrimaron el hombro en Andalucía", dijo en referencia al PP, un partido que él considera incapaz de "hacer un país cohesionado y sólido" y que se ha dedicado en los últimos años a "contar parados como si fueran votos". "La derecha no confía en Andalucía y, cuando tiene la oportunidad, nos pone a parir", remató, antes de aseverar que la "verdadera patria" de los socialistas es "la igualdad de oportunidades".

Entre otras cuestiones, Rubalcaba y Griñán coincidieron en elogiar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El primero afirmó que "es el gobernante que más ha hecho en este país por la igualdad". El segundo reparó en que empezó su tarea "retirando las tropas de Iraq y ha terminado acabando con el terrorismo".

En la lluvia de elogios, afectos y caricias una de las más aludidas fue Rosa Aguilar, cuyos méritos fueron incluso reconocidos por Zapatero en sms a Rubalcaba, mientras la cordobesa decía en el escenario: "La derecha lo que quiere es ponernos a las mujeres una mordaza y que volvamos a nuestras casas". Ocurre esto porque "a la derecha la igualdad se le atraganta permanentemente", ya que es "un valor revolucionario". Aguilar afirmó que "la seguridad plena a los pensionistas sólo la garantiza Alfredo Pérez Rubalcaba", un político que "es de fiar" y que "trabaja con eficacia". Y que ayer reveló que, si llega a la Moncloa, la nombrará ministra.

Finalmente, Aguilar subrayó el "compromiso" del PSOE con Córdoba, que se manifiesta en el "respaldo" a sectores como el turismo, la agricultura o la joyería y en reforzar el papel estratégico de esta ciudad en el mapa logístico. Frente a esto, el PP, "la derecha de siempre, la que gobierna para unos pocos", sube los impuestos y cobra por entrar a la Ciudad de los Niños, dos asuntos que también estimularon a Durán para articular su crítica al gobierno municipal.

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