Luis López (Albox, 1945) regresa al mundo de la política tras un año de tranquilidad alejado de ella. Antes, permaneció 14 años como delegado de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, hasta que le llegó la hora de jubilarse. Ahora, los suyos han vuelto a confiar en él con la intención de que les represente en el Congreso de los Diputados como número dos en la lista de la provincia.

-La campaña finaliza, ¿en qué cree que se ha avanzado en estos comicios?

-Las campañas electorales son cada vez más dependientes de los medios de comunicación y, sobre todo, en esta última. La participación de las redes sociales es grandísima. Tuvo su culmen el día del debate entre Alfredo Rubalcaba y Mariano Rajoy, fue tremendo. Eso va en detrimento de otros medios tradicionales de campaña. Por suerte no se pierden los actos de presencia personal, porque la gente quiere ver al candidato y eso se intensifica siempre en la última semana de campaña. Está pasando en esta también.

-¿Confunde al ciudadano el recibir tanta información a través de Internet?

-Para nada, yo creo que es beneficioso. En un mitin tradicional el candidato habla, da sus propuestas y se acabó. En las redes sociales la gente expresa su opinión y los candidatos también pueden hacerlo. Así se pueden dar cuenta de la aceptación que tienen sus comentarios y al mismo tiempo recoge propuestas y sugerencias de los propios ciudadanos.

¿Estas elecciones mediáticas cambiarán la dinámica de las próximas?

-Sí, eso está claro. Eso lleva a los medios, también, a adaptarse a los tiempos y a las necesidades y demandas de la población. No sólo beneficia desde el punto de vista electoral, sino porque en las redes sociales hay mucha gente que no lee los periódicos o no se informa, pero sí participan en este tipo de eventos como las elecciones.

-Dicen que esta es la campaña de la gente cansada de la crisis, del paro, de los políticos... ¿lo comparte?

-Cada campaña tiene sus peculiaridades y, evidentemente, la situación de crisis económica y los datos de desempleo están convulsionando mucho esta. En Almería lo estamos viviendo. Eso lleva a que los mensajes que hay que dar a veces se centran en el desánimo y eso es fatal para remontar esta situación. Lo que yo pienso es que no hay que desanimarse transmitiendo la esperanza de poder salir con el esfuerzo de todos, pero también explicar las medidas que se han adoptado y que se pueden adoptar. Si no tuviéramos un sistema de protección como el que tenemos, con casi cinco millones de parados la situación social sería muy diferente. Así que lo que tiene que condicionar la campaña con las propuestas para animar a los ciudadanos.

-¿Cree que se está transmitiendo confianza o los mensajes están anclados en el pasado?

-El peligro de las campañas electorales y su sentido está en explicar lo que se está haciendo y los instrumentos nuevos a los que nos tenemos que adaptar. Se ha demostrado que tenemos un modelo ineficaz y que hay que reformarlo, por eso, el que está en la oposición lo que resalta son los elementos negativos de la gestión del que está gobernando y se negativizar todo lo que el adversario plantea. El mensaje del Partido Popular dice que la situación económica y de paro actual es culpa del Gobierno actual pero este es un sistema en el que ellos también mantuvieron el poder. El remarcar lo negativo y anunciar que todo va a cambiar si ellos llegan al poder les ha ido bien en las encuestas, pero esa ilusión luego se puede frustrar si lo prometido no se termina produciendo.

-¿Cuáles son las propuestas que hay que valorar de su partido?

-Yo defiendo el modelo del partido en el que estoy y sino no estaría aquí. Todos tenemos que tener claro que hay que arreglar la situación económica y remontar su terrible efecto. Ese modelo estaba basado en la construcción y dentro de ella en la especulación, que comenzó en los años 90. Eso atrajo mucho dinero, pero al mismo tiempo endeudamiento privado que ha dado lugar a una crisis del sistema financiero, el crédito se vino abajo y a partir de ahí todos conocemos lo que ha pasado. Las propuesta está en salir de ese modelo y crear un nuevo sistema de construcción. Aquí en Almería hay que apostar por la agricultura, el turismo, el mármol y se debe intentar que no se despueble el interior de la provincia con un modelo de sostenibilidad.

-¿Es lo único importante el paro?

-Es lo más importante, pero hay más cosas. ¿De qué te vale tener dinero si luego cuando necesitas ir al médico no tienes el trato adecuado? Todo suma y hay que trabajar por ello y eso determina la oferta de unos y de otros. En Almería, por ejemplo, la Ley de Dependencia ha dado en Almería casi 20.000 puestos de trabajo.

-Mañana (por ayer) visita Rubalcaba a Almería, ¿hace falta su ayuda para animar los socialistas de la provincia?

-Aquí hemos tenido un periodo de desmotivación de la militancia socialista, así que el que venga Rubalcaba aquí supone mucho para los socialistas. Nos anima a los que pertenecemos a la organización, a los simpatizantes y a los posibles electores. Ese es el sentido que hay que darle a su visita. Hay que transmitir que de esto se sale, pero con esfuerzo.

-Las encuestas le sitúan como perdedores, ¿se las cree?

-Tenemos que creérnoslas, yo me las creo. Pero ahí no queda reflejado la gente que no va a votar, y ahí está gente como la del movimiento 15-M, que no hay que despreciarlo, hay que escuchar sus mensajes.

-¿Pueden cambiar los indecisos el resultado final?

-Claro que podemos convencerlos, si no este esfuerzo y las campañas electorales tendrían poco o ningún sentido sentido. En el PSOE siempre ponemos un tópico, en el año 1993 las encuestas daban una diferencia a favor del PP tremendas y al final ganó nuestro partido.