SON las promesas eternas de cada campaña electoral, algunas -como el AVE- con más de 20 años de carrera a sus espaldas y otras de reciente incorporación (ocho años) al listado de obras pendientes pero de larga tradición en las reivindicaciones provinciales, como el desdoble de la N-435. Las infraestructuras son habituales protagonistas de los programas de los partidos; los políticos no se arriesgan ya a poner fechas a su ejecución, pero siguen incluyéndolas en los lugares preferentes de sus promesas. Eso hizo ayer el PSOE, que en una suerte de programa vintage marcó como prioridades para Huelva en los próximos cuatro años la alta velocidad, la carretera hasta Zafra, la presa de Alcolea o el aeropuerto.

Los socialistas presentaron ayer en sociedad su documento para Huelva, las promesas concretas para la provincia para los próximos cuatro años. No se saltaron el guión preestablecido para la campaña: el primer objetivo, recuperación económica y empleo. El segundo, un modelo sostenible y responsable de salida de la crisis, el mensaje reiterado de un PSOE garante de las políticas sociales frente al cambio del PP con un modelo que quiere utilizar la crisis "de excusa perfecta para llevar a cabo sus intenciones de siempre, arrasar con las políticas de igualdad y retroceder en bienestar" (programa dixit). Y tercero, medidas que ahonden en la democracia, como una oficina parlamentaria abierta para canalizar las peticiones de los ciudadanos.

Sobre esta base, las propuestas. Y en ellas, las protagonistas indiscutibles del documento entregado ayer (llegó vía mail a 5.000 onubenses y colectivos) son las infraestructuras, muchas de ellas con años de demora sobre las previsiones iniciales. Obras como "herramientas de transformación del territorio que atiendan a objetivos de cohesión social y abran nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento", según explicó la coordinadora del programa electoral y número 2 al Congreso María José Rodríguez.

Ella fue la encargada de desgranar la apuesta del PSOE por la línea de ferrocarril Huelva-Zafra, que "estamos modernizando"; la nacional 435, que según su programa ha superado los trámites iniciales y debe ser "cuanto antes una realidad para Huelva"; o el sempiterno AVE, una "prioridad" que tiene las vías aún por licitar y que intentarán agilizar combatiendo "cuantos obstáculos pretendan ralentizar su llegada desde otras administraciones, como el Ayuntamiento de Huelva" (en referencia al problema con los terrenos de la estación). Y la alta velocidad debe llegar hasta Portugal, añaden.

También se comprometen a luchar por el tercer carril de la A-49 hasta Huelva (un informe interno del Ministerio de Fomento rechazaba en mayo su ejecución por el momento), el puente sobre el Tinto para conectar con las industrias de Palos o la puesta en marcha de una zona logística en el Puerto de Huelva. El aeropuerto también se incluye en este listado a pesar de que hasta ahora se había apostado siempre por una instalación completamente privada; ahora se enmarca en una fórmula de colaboración público privada que "ha de contar con todo el apoyo del Gobierno central". Y adecuar sus dimensiones a la provincia; ayer mismo, Petronila Guerrero, presidenta de la Diputación, defendió la viabilidad del proyecto a pesar de los problemas que han tenido instalaciones similares en Ciudad Real o Castellón. "Será privado, de promoción pública", especificó a Efe.

Infraestructuras retrasadas pero que podían haber llegado antes, argumentó el secretario provincial del PSOE, Mario Jiménez, pero que no han avanzado más por "los 8 años que perdimos de bonanza económica". Junto a ellas, otras propuestas como planes sectoriales para la industria, el calzado o los muebles o la mejora de las dotaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que en los últimos años han crecido un 36% en la provincia, resaltaron los socialistas.