Provincia

El PSOE matiza a Rubalcaba y no ve bien eliminar las diputaciones

  • Las discrepancias socialistas se reavivan en vísperas del Día de la Provincia

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, está empeñado en acabar con las diputaciones provinciales tal y como hoy están diseñadas. Lo volvió a decir el pasado lunes, sin que nadie le preguntara, durante el debate con el presidente del PP, Mariano Rajoy. El uno, ahora que el PSOE ha perdido la mayoría de las cámaras provinciales en España, cree que eliminándolas ahorrará (1.000 millones de euros y 1.000 cargos políticos) y el otro, ahora que los populares han ganado peso en las zonas rurales, asegura que "son esenciales para los pueblos pequeños". Son las cosas de la política y de la escasez dineraria que estrangula todo, ayuntamientos, diputaciones, pedanías, mancomunidades y países enteros.

El caso es que el afán de Rubalcaba fue contestado ayer por su compañero, el portavoz del PSOE en la Diputación, José Martín, que apostó por "la adaptación de la estructura de las diputaciones a las nuevas necesidades pero no por su supresión".

Poco antes del Pleno que aprobó la concesión de las medallas de la provincia, Martín subrayó que "es necesaria su adaptación a las nuevas necesidades de un paisaje como el Estado español con sus autonomías", que dicho sea de paso lleva funcionando desde hace treinta años.

No era el mejor día para replantear el papel de las diputaciones, pues la de Huelva se prepara para celebrar mañana mismo el Pleno institucional del Día de la Provincia, precisamente la efemérides por antonomasia que sirve para vender el rol de las cámaras provinciales y su buen hacer en pro de los 79 pueblos y entidades locales menores que conforman la geografía onubense.

José Martín, que sabe que más de 1.500 empleos y gran parte de la estructura orgánica y organizativa socialista dependen de la Diputación onubense, matizó al candidato de su partido y dijo que "las diputaciones cumplen una función indudablemente importante", aunque insistió en que estos organismos "necesitan una modificación de su estructura", y recordó que tienen una trayectoria histórica. Tan históricas son que a Rubalcaba le parecen ya "preconstitucionales". De hecho lo son, sobre todo si se mira la Carta Magna actual. Pero cabe recordar que nacieron en 1836 inspiradas precisamente en la Constitución de 1812 (La Pepa) que hoy se celebra con tanto bombo.

Otra vuelta de tuerca al debate sobre la utilidad de las diputaciones la dio la consejera de presidencia, Mar Moreno, que consideró el debate "muy interesante" tal y como cree que lo plantea Rubalcaba. Según Moreno, el candidato plantea "no la supresión de la prestación de servicios, sino la sustitución de los prestadores del servicio". A su juicio, "es una fórmula que se debatirá y habrá tiempo de perfeccionar. La Junta es partidaria totalmente de una reforma institucional y de que no se desasista a los pequeños municipios". Mar Moreno cree que se trata de ser eficaces, no desaparecer.

El primero en cuestionar las diputaciones fue Felipe González, que provocó en verano una convulsión política en las filas socialistas. Tras ese anuncio, que ya parece programático al incluirlo en sus argumentaciones de campaña Alfredo Pérez Rubalcaba, la presidenta de la Diputación (Petronila Guerrero) que ahora se irá al Senado si sale elegida el 20-N, dijo que "las diputaciones siguen siendo necesarias y no han perdido su razón de ser".

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