Elecciones

El PP no oculta su entusiasmo ante una victoria que prevé "rotunda"

  • Arenas reclama "más poder político" para Granada e insiste en que la Alhambra y la Sierra no dependan de la Junta · También apoya el ascensor al monumento nazarí

Después de las últimas encuestas, el PP ya ni se molesta en disimular su optimismo. Se siente ganador, aplastante ganador, y aunque sus líderes (sobre todo Javier Arenas) siguen alertando de que las encuestas "las carga el diablo", a todos, y a él mismo, se les ve exultantes.

Ayer, los populares reunieron a más de 700 personas en el Palacio de Congresos. No pudieron celebrar el mitin en la sala central y la elegida, de menor aforo, estaba a reventar. Quizás así el efecto de euforia es aún mayor, sobre todo si el público muestra su complicidad desde el primer instante.

Tras unas breves palabras de Ana Vanessa García, número 5 en la candidatura al Congreso, que se puso como ejemplo de que su partido "apuesta por los jóvenes", intervino José Torres Hurtado, alcalde de Granada, que se presentó a sí mismo como "el culpable de todo".

El regidor se responsabilizó, naturalmente en tono irónico, del retraso en las obras del Metro y del AVE, de que no lleguen subvenciones de la Junta y, en general, de todo lo que no han hecho las administraciones socialistas. Vaticinó un triunfo el próximo domingo y advirtió de que cuando eso ocurra será como para "irse a tomar una copa", pero alertó de que hasta entonces habrá que seguir trabajando. Se despidió presentando a Concha de Santa Ana de una forma que las más feministas quizás no vean correcta: "Otra niña guapa que vamos a mandar al Congreso".

La diputada abundó en los argumentos que ha venido manteniendo durante la campaña: el PP es el único partido que puede dar respuestas y hacer que los inversores recuperen la confianza en España; la mejor política social es crear empleo y para eso es imprescindible apoyar a los emprendedores y ésta es una provincia con un gran potencial pero que ha estado ocho años abandonada, sobre todo en lo relativo a infraestructuras.

Sebastián Pérez pronosticó un triunfo "con rotundidad" y avisó de que, cuando eso suceda, el PP no debe perder la cabeza sino trabajar con seriedad y austeridad como, asegura, está haciendo en la Diputación. Y en ese sentido avisó a Javier Arenas de que la herencia que recibirá en su día en la Junta no será como para alegrarse. "Yo me he encontrado cocodrilos debajo de las alfombras; tú puedes encontrarte elefantes, jirafas, leones...".

Se burló de socialistas como José Blanco y sus encuentros con empresarios en gasolineras - "es el sitio más natural para citarse con alguien", bromeó-, se escandalizó de que Rubalcaba anunciara que piensa imitar la política económica de Griñán y dijo que sólo coincidía con el candidato en que él también está dispuesto a pelear por lo que quiere: "Por Granada y por que la gente tenga trabajo".

Arenas negó que el PP tenga un "programa oculto", recordó que los socialistas llegaron a la Moncloa prometiendo el pleno empleo y dejan "cinco millones de parados", además de haber "rebajado salarios y congelado pensiones", prometió impulsar el túnel a la Alhambra "porque ese monumento no puede vivir de espaldas a la ciudad", aseguró que no da por perdida la batalla de que el Corredor del Mediterráneo llegue a Motril, retomó su idea de que la Alhambra pase a depender del Ayuntamiento y la Diputación, y no de la Junta.

De hecho, ahí fue más allá para afirmar que la Alhambra y Sierra Nevada pertenecen "a Granada, Andalucía, España y el mundo, en ese orden", y que Granada debe "recuperar poder político" en Andalucía.

Además anunció una Ley de Emprendedores "porque los empresarios no son los enemigos y cualquiera que venga a invertir será bienvenido" y pidió la prisión permanente revisable "para los asesinos de niños, porque merecen tener el máximo castigo".

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