Más de mil personas aclamaron y jalearon ayer en Jerez al candidato a la Presidencia del Gobierno por Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, en el acto central de la campaña de este partido en la provincia. Más de una decena de autocares llegados de todos los puntos de la provincia y una amplísima representación de organizaciones sociales y sindicales, así como diversos colectivos de trabajadores afectados por el crudo contexto de depresión económica asistieron a un acto público en el que el líder de la coalición de izquierdas demandó una vez más el "voto útil" para IU como la única manera de "ganar la batalla de las ideas" y de combatir "el montón de mentiras que nos cuentan todos los días las dos caras de la misma moneda: PP y PSOE". "Las urnas están vacías y en nuestras manos tenemos el poder para decidir qué queremos para este país en el futuro", sostuvo nada más arrancar apelando a la importancia de la participación masiva en las urnas.

Lara, que estuvo arropado en la tribuna por las intervenciones del coordinador andaluz del partido, Diego Valderas, y por los dos primeros candidatos al Congreso por la provincia, Manuel Cárdenas y Ana Rodríguez, defendió que la organización que encabeza es la "única izquierda con autoridad política y moral para frenar las políticas de derechas del PP". Al grito de "ésta es la izquierda de verdad", los asistentes se contagiaron de la euforia que vaticinan las encuestas para IU, que prevé cumplir holgadamente con los objetivos de superar el millón y medio de votos en las generales y formar un grupo parlamentario "fuerte". "Vamos a ponerle a los leones del Congreso el traje de los trabajadores porque vamos a tener un grupo parlamentario fuerte y Cádiz también estará representada", exclamó, antes de mantener: "Las políticas de izquierda siguen vírgenes para su aplicación en España porque esta crisis que ha generado el capitalismo salvaje internacional ha sido gestionada por un partido con siglas de izquierda pero que ha aplicado políticas de derecha hasta ponerle la alfombra azul a Rajoy hasta la Moncloa".

La no intervención en las políticas de viviendas de PP y PSOE y su fuerte conexión con la actual espiral del desempleo; su rechazo a la OTAN, a las bases y al escudo antimisiles; el rechazo al sometimiento a la "dictadura de los mercados"; la negativa a "poner en manos de unos cuantos las grandes empresas de este país, como ya hizo el PP"... Todos esos asuntos conformaron el aguerrido discurso de Lara ante una audiencia enfervorizada.