Saludos, apretones de manos y golpecitos en la espalda recibía el alcalde y candidato del PSOE en Chiclana, José María Román, camino del Mercado Central. "¿Tienes un momentito?", le decía una mujer en la calle. Se para y se pone a charlar con ella y con otras dos señoras. El final de la conversación acaba con una próxima cita en el Ayuntamiento. Lo cierto es que el regidor chiclanero, en un corto trecho, es abordado constantemente por la gente que le explica de manera resumida su problema. No hay tiempo para más.

Después de varias paradas y de recibir llamadas al móvil, Román entra, al fin, en la plaza de abastos para comprar naranjas, mandarinas y un kilo de albóndigas. Son momentos en el que el alcalde se mezcla con sus conciudadanos. Momentos de alejamiento del despacho de la Alcaldía, siempre repleto de papeles y de problemas.

En otros tiempos, José María Román daba clase de Biología en un instituto y bregaba con chavales. Ahora toca otra batalla y la más cercana la de las elecciones municipales del 22 de mayo.

Prácticamente en vísperas de que concluya este periodo corporativo, el candidato socialista echa la vista atrás y habla de los enconados debates en los plenos municipales. Compara su etapa en la docencia con la política y asegura que "los niños son bastante más respetuoso que algunos concejales de la oposición. Hay ediles empecinados en agriar la vida pública, por eso espero y deseo que la nueva Corporación viva en normalidad y que los debates tengan la altura conforme a una ciudad que ya supera los 80.000 habitantes".

En plena campaña electoral no olvida sus obligaciones como alcalde ni tampoco el escaso tiempo del que dispone para disfrutar de su familia. "Son los grandes sacrificados", apunta.

Dice que suele ser reflexivo y que ha aprendido "a reposar" y a restarle "medida a la euforia" y "dramatismo a la mala noticia". También asegura que no tiene miedo a la posibilidad de perder la Alcaldía y retornar a la enseñanza ."He vivido los dos momentos, el de estar al frente del gobierno municipal y el de haber pasado a la oposición. Tengo la suficiente capacidad de volver a la rutina", admite.

No obstante, confía en que el 22-M será un día en que los socialistas volverán a saborear el triunfo en Chiclana, una población que ha sido gobernada por el PSOE durante 30 años, sólo con el paréntesis de 17 meses de gobierno del PP en coalición con IU, PSA y PA. "Creo que va a ganar Chiclana con la Alcaldía que yo represento", dijo. Román aprovecha la ocasión para atacar al PP en un asunto tan delicado como el empleo. "El paro es un grave problema de orden nacional y los populares no pueden dar lecciones al respecto, ya que han intentado derribar cualquier actuación en este sentido". Así, lanzó un mensaje a la ciudadanía, "la gente de Chiclana debe valorar a qué nos hemos dedicado nosotros y a qué se ha dedicado el PP".

Aficionado al ciclismo, a correr y amante del deporte en general, manifiesta que todo lo relacionado con ese mundo es una de las principales apuestas del gobierno socialista en Chiclana, recordando que dentro de poco abrirán dos nuevos pabellones cubiertos en la zona de la Costa y en el Fontanal, sin olvidar que esta ciudad puede ser de las más punteras de Andalucía en equipamiento deportivo. Pero el día es corto para un alcalde y admite que la práctica deportiva sólo la desarrolla cuando sus obligaciones se lo permiten. Ya son casi la una de la tarde y Román se sienta en su despacho frente a su ordenador para enfrentarse a nuevos o viejos líos con el objetivo de avanzar en los proyectos que tiene entre manos.