Con la credencial al cuello o en la mano. Llega el turno de la militancia activa, la que respalda la candidatura de los partidos políticos y quienes están dispuestos a convencer a presidentes y demás miembros de la mesa electoral de la validez o no de un determinado voto. Apoderados e interventores se convierten en los procesos electorales en las personas que menos 'pereza' tienen a la hora de levantarse y de participar de forma activa en las mesas electorales. A diferencia de presidentes, secretarios o vocales, no han sido designados a través de un sorteo, sino que se participación se debe a la voluntad e ilusión de luchar por una ideología, por un equipo de trabajo o un candidato.

Semanas de trabajo de captación de militantes y simpatizantes dispuestos a realizar un último esfuerzo se ha visto reflejado en continuos cursos en las sedes electorales de los principales partidos políticos, con mayor o menor implicación por parte de las filas. Los que más implicación han contado en la capital ha sido el Partido Popular, que se juega la reelección de su alcalde. Las últimas cifras daban cerca de 500 interventores y 275 apoderados, unos datos que pueden variar en pequeña forma a última hora sólo para el caso de los apoderados, que cuentan más flexibilidad de movimiento.

Las oficinas de la sede electoral del PSOE, en la avenida Pablo Iglesias, también ha contado con numerosos cursos especialmente diseñados para marcar las líneas de actuación en diferentes situaciones para evitar la pérdida de votos, más cuando el objetivo es el de recuperar la Alcaldía, popular desde hace ocho años.

También ha habido movilización en Izquierda Unida, con voluntad de incrementar la presencia en el salón de plenos, aumentando en concejales para la gestión de los próximos cuatros años. En total, según explican sus responsables en la sede del Paseo Marítimo, el centenar de personas que se movilizarán se dedicarán principalmente a la labor del apoderado, puesto que cuentan con mayor libertad para ir de una mesa electoral a otra.

Entre sus funciones, apoderados y los interventores deben verificar la ausencia de propaganda electoral en el local electoral, así como el buen estado del precinto de las urnas, la existencia de cabinas para garantizar el secreto del derecho al voto y las demás condiciones del local. Además, si se detecta alguna deficiencia deben comunicárselo al presidente de la mesa electoral así como reflejarla por escrito.

Representantes vecinales con afinidades políticas, familiares de candidatos y militantes 'de toda la vida', el madrugón de mañana servirá para formar parte activa del futuro de la ciudad y su trabajo es considerado por uno de los granos de arena más destacados del engranaje electoral necesario para designar una nueva era política, la que puede llevar a la Alcaldía a un total de diez listas de partidos políticos en la capital. No obstante, ni todos los partidos tienen el mismo poder de movilización ni las perspectivas de voto. Por el momento, con las credenciales de apoderados e interventores aún en las manos, sólo se piensa en la victoria.