Tanto tiempo después, y viendo a los que le han sucedido en el puesto, no deja de ser uno de los nuestros.

La única razón que le obliga a dejar su amado Barcelona es la misma de siempre: el poderoso caballero don dinero.

A los que somos futboleros, este empacho de competición en su mejor versión nos sirve además de cura de humildad.

Twitter censura una faena magistral de Morante, pero no una cogida escalofriante de un novillero en Vistalegre.

En mis (lejanos) tiempos de estudiante, el sobresaliente era un escalón inalcanzable y al notable llegaban muy pocos.

Gran parte del mérito de aquella actitud reivindicativa hay que dárselo al profesor don Manuel Clavero Arévalo.

Cualquiera que visite la web de la Fundación Franco podrá ver que su objetivo no es otro que el recuerdo del general.

El indulto constituye un despropósito y deja al Estado en una situación de humillación.

Por mucho que lo intento, no le encuentro ningún aspecto positivo a esta forma a lo yanqui de elegir a los candidatos.

Todo hubiera sido más sencillo si los dos grandes partidos hubieran colaborado desde el inicio de la pandemia.