crónica

Un preocupante chequeo

  • El contraste de las políticas industriales navarra y vasca con la andaluza invita a una profunda y urgente revisión

Los ingenieros industriales, que cumplen cien años asociados en Andalucía, permitieron que ayer se hiciese un chequeo a la política industrial en Andalucía. Fue un chequeo por contraste: con el País Vasco y con Navarra. Y el resultado invita a una profunda y urgente revisión si la comunidad quiere avanzar, de verdad, en esta materia. Por el fondo y por la forma, Andalucía está lejos de esas comunidades autónomas.

El acto convocado por la Asociación Territorial de Ingenieros Industriales en Andalucía Occidental se anunciaba con la presencia de los tres consejeros competentes en Industria en las respectivas autonomías.

En fondo y forma, el planteamiento de la Junta queda lejos del de Euskadi y Navarra

El andaluz, Javier Carnero -consejero de Empleo, Empresa y Comercio- sólo estuvo para una foto inicial y hacer declaraciones a los medios. Adujo un motivo de agenda para irse. De manera pretendida o no, evitó hacer en primera persona el contraste con Arantxa Tapias, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, y con Manu Ayerdi, vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra. Carnero fue sustituido en el debate por el secretario general de Innovación, Industria y Energía, Javier Castro.

Los contrastes empezaron desde la misma presentación del debate coloquio, a cargo del periodista Luis Montoto. Tanto el representante navarro como la vasca acumulan experiencia en empresas privadas industriales, tanto en tareas de gestión como de investigación. Los representantes andaluces, con experiencia en Derecho y en empresas del sector público andaluz, caso de Castro en Veiasa o Santana -donde fue liquidador-.

En las exposiciones de sus estrategias ese contraste se ahondó tanto en forma como en fondo.

Los gobernantes vasco y navarro llevaron presentaciones para apoyar sus explicaciones de forma visual y demostraron tener una estrategia industrial con un hilo conductor claro: es el sector privado el que debe hacer de tractor para el desarrollo industrial, con una Administración que marque líneas estratégicas y facilite instrumentos para ello.

Tapia desgranó tanto la vertiente industrial y económica del Plan Estratégico de Euskadi como los retos y ejes que quieren desarrollar para mantener en el tiempo la "vocación industrial" que tiene el País Vasco desde hace décadas, así como los instrumentos para desarrollar la cooperación, la digitalización o la internacionalización de sus empresas. Y lo hizo con amplitud de datos y gráficos. Uno sobresalió: crearán cien mil empleos en torno a las industrias.

Por una senda similar discurrió la exposición del vicepresidente navarro. También ayudado por una presentación, Ayerdi explicó el estado actual de la industria navarra, detalló planes estratégicos y de industria basados también en un eje fundamental, la colaboración con el sector privado para la consecución de una mayor y mejor industria. "Tenemos unas cien multinacionales y una serie de empresas que tienen el centro de decisión en el territorio, y mantener ese equilibrio es importante para nuestro desarrollo", dijo.

El representante andaluz, igual que hizo el consejero Carnero en el canutazo ante los periodistas, apeló al atraso industrial del que partía Andalucía como razón para justificar que la región tenga mucho menos peso industrial. Leyó -según confesó- parte del discurso que habían preparado para el consejero, en el que se detallaron, sobre todo, multitud de estructuras administrativas: lo público por delante de lo privado.

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