El confinamiento y las restricciones asociadas a la pandemia generarán a los autónomos más de 60.000 millones de euros de pérdidas de facturación en 2020, según indican los resultados del VIII Barómetro de noviembre realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). En concreto, más de uno de cada cuatro autónomos, aproximadamente un millón, declara que su facturación ha caído en más de 30.000 euros, siendo los sectores de eventos, hostelería, ocio infantil, ocio nocturno y comercio los que engloban los mayores recortes.

Además, el 9,9% de los trabajadores por cuenta propia, unos 300.000, prevé que tendrá que cerrar de forma definitiva, y, de los que están abiertos, el 56,5% están funcionando a medio gas.

En cuanto a la plantilla, el 14,4% de los autónomos con trabajadores a su cargo ya han realizado despidos, y un 29,2%, unos 450.000 autónomos, piensan disminuir su plantilla en los próximos meses. Solo el 1,6% prevé contratar. De los que mantienen la plantilla, un 76,8 % considera fundamental el mantenimiento de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para la continuidad del negocio y un 42% aún no ha reincorporado a ningún trabajador desde que inició el ERTE.

ATA critica que se aplique ahora la subida de tipos de cotización correspondiente a 2020

ATA, por otro lado, ha manifestado su queja ante la subida de los tipos de cotización a la Seguridad Social relativos al año 2020, que se ha aplicado en octubre tras ser aplazada cuando comenzó la pandemia. “El Ministerio ha sido insensible con los autónomos”, ha declarado este lunes el presidente de ATA, Lorenzo Amor, y asegura que la subida de tipos aplicada “ha castigado a 3.200.000 autónomos. Fuentes de la Seguridad Social explicaron que esta subida de los tipos de cotización del régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) estaba contemplada en un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las organizaciones de autónomos en 2018.

En virtud de este pacto, que establecía una mayor protección para este colectivo a la espera de una reforma del RETA, se elevaba progresivamente el tipo de cotización durante cuatro años, pasando del 30% en 2019 al 31% en 2022.