Grupo Insur ha demostrado un “excelente” comportamiento de su negocio al cierre del tercer trimestre del año, según los datos que la compañía sevillana cotizada comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La facturación del grupo alcanzó en ese periodo los 105,4 millones de euros, un 68,3% más que de enero a septiembre de 2019.

La compañía explica que tanto el Ebitda –22,2 millones (+113,5%)– como el y resultado neto –11,6 millones (+1.079,5%)– muestran un excelente comportamiento al concentrarse en el segundo semestre el grueso de las entregas de viviendas, algo que ya había anunciado en los resultados del primer semestre.

En negocio de la promoción ha tenido en es tercer trimestre una muy buena evolución, dada la demanda generada tras el desconfinamiento y por las entregas que se habían retrasado. Esta división facturó 81 millones, un aumento del 298,9%.

El negocio patrimonial aporta 9,7 millones, con leve descenso del 0,2%, que la empresa explica por la pérdida de ingresos del edificio de la avenida República Argentina de Sevilla que está transformado en hotel.

La cifra de negocio de la actividad de construcción se queda en 12,4 millones, con un descenso del 57,4%, al verse afectada temporalmente por el retraso en el inicio de promociones a través de sociedades con terceros, al igual que la facturación en la división de gestión, que se sitúa en 2,3 millones, con una caída del 32,8%.

La inmobiliaira que preside Ricardo Pumar también ha reducido su endeudamiento. La deuda financiera neta se sitúa en 189,8 millones, con lo que es un 3,4% menor a la del cierre de 2019.

Pese a estos buenos resultados, Insur ha adoptado medidas destinadas a paliar los impactos del Covid-19 y supervisa constantemente la evolución de la situación. Así, en la junta general de accionistas que celebra hoy el consejo de administración propondrá una reducción significativa del dividendo complementario (25%) pese a la positiva evolución que su negocio tiene en 2020.