El gigante aceitero Deoleo, cuya sede social está en Córdoba, redujo un 96% sus pérdidas en 2019 respecto al ejercicio anterior, hasta situarlas en 10,6 millones de euros. En 2018, la firma declaró números rojos por valor de 291 millones de euros, fundamentalmente por un deterioro contable de los activos, cifrado en 235 millones netos.

En 2019, la cifra de negocio ascendió a 591,9 millones de euros, un 7,2% menos que en el ejercicio anterior, algo fundamentalmente motivado por los precios más bajos del aceite de oliva.

Quizás el dato más positivo para la firma es el Ebitda (resultado operativo sin amortizaciones ni impuestos), que alcanzó los 27,7 millones de euros, un 79,5% más.

La firma atribuye el alza a la mejora de los volúmenes de venta (la cantidad de aceite vendido, sin tener en cuenta su precio), que crecieron un 3% a lo largo del año, y la buena gestión comercial. “Este cierre confirma la tendencia de recuperación del negocio observada a lo largo del ejercicio, la cual se aceleró de una manera importante durante el segundo semestre, cuando los volúmenes vendidos se incrementaron más de un 9% respecto al año anterior”, señala la firma aceitera, inmersa en un plan de reestructuración financiera recientemente acordado con sus acreedores.