La Comisión Europea ha presentado su informe sobre la situación del mercado lácteo, en el que confirma que no se va a cuestionar ni el aumento ni la supresión de las cuotas lecheras y rechaza una fijación de precios, pese a la crisis y a las protestas de este sector ganadero. El Ejecutivo comunitario ha hecho público su estudio sobre el segmento lácteo, al que se comprometió ante los debates en la Unión Europea sobre la delicada situación económica de los productores de leche, que han provocado manifestaciones en países de la Unión Europea, como España.

Bruselas dictamina que la solución a los problemas de esta ganadería deben darla los gobiernos, con los medios comunitarios disponibles y remarcará que no se pueden "suspender" las decisiones de la Unión Europea sobre el incremento de los cupos lecheros y su supresión en 2015. En ese sentido, la Comisión Europea sugiere, por ejemplo, que los países concedan una ayuda estatal de 15.000 euros por productor, para paliar la crisis financiera, pero pretende que esta medida se extienda a todos los sectores agrarios, además del lácteo.

En su estudio, la Comisión señala que reabrir el debate sobre las cuotas crearía "incertidumbre" en el sector y retrasaría su reestructuración, al contrario de lo que han reclamado muchos ganaderos, partidarios de rebajar esos cupos o "congelarlos". Para aquellos países que quieran "frenar" su producción de leche, la única idea que da Bruselas será la posibilidad de que la multa por rebasar los cupos se aplique "individualmente", al ganadero que se haya excedido.

La Comisión admite en su análisis que los precios de la leche están por debajo de los registrados hace nueve años y que esto no se ha reflejado en un abaratamiento de lo que paga el consumidor por los lácteos.Apunta que la remuneración ha bajado de los 30 ó 40 céntimos por litro de leche, hace un año, a los 20,21 céntimos o incluso menos que obtienen ahora. A pesar de estas cifras, la Comisión Europea rechaza medidas que vulneren la competencia, entre las que cita la fijación de precios, cárteles sectoriales o el etiquetado de origen nacional de los lácteos, como el que se plantea en Francia. La Comisión, además remarca que se espera una recuperación y que las posibilidades financieras para dar más ayudas al sector lácteo son limitadas.