organismos Los desencuentros rompen la paz institucional

La Cámara y la patronal sevillana se dan la espalda

  • El reparto de papeles tras el fin de la cuota cameral abre un cisma en el empresariado

La paz institucional que ha presidido en los últimos años las relaciones entre la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) se encuentra al borde de la ruptura. La tensión salió a la luz en el Pleno que se celebró el pasado lunes, donde los socios de la CES cuentan con mayoría. Las críticas surgieron al elevarse al orden del día para su ratificación la inversión el pasado mes de julio de 700.000 euros en acciones de Banca Cívica y otros 175.000 euros en títulos de Bankia.

El Pleno forzó la segregación del punto en dos mociones: una para aprobar la operación y otra para reprobar al comité ejecutivo por acordar la operación sin consultar al Pleno. "Las formas no fueron las adecuadas. Esto se debía haber llevado antes al Pleno. Se aprobó en un comité al que no acudieron todos los miembros y sigo sin entender cómo se pudo tomar esta decisión", señaló ayer uno de los asistentes al Pleno. Otro de los puntos polémicos fue la salida del hasta ahora secretario general de la Cámara, Antonio María Fernández-Palacios. "No se entiende cómo es que recibirá una indemnización cuando se va voluntariamente", afirmaron las mismas fuentes.

El mar de fondo es el debate sobre el papel que jugará la Cámara una vez que en 2012 deje de ser obligatoria la cuota cameral, lo que le obligará a acometer un duro plan de ajuste de personal que aún está en el aire. Para evitar que la caída de los ingresos desemboque en una merma de los servicios al empresariado, ambos organismos habían fraguado una alianza que permitiría aunar prestaciones que actualmente se solapan. Este acuerdo se articularía a través de una sociedad compartida al 50% por la Cámara y la CES. Sin embargo, las negociaciones están enquistadas desde el pasado mes de julio debido a que tanto el líder de la CES, Antonio Galadí como su homólogo en la Cámara de Comercio, Francisco Herrero -que a su vez es vicepresidente de la CES- reclaman para sí la Presidencia del nuevo órgano. Esta unificación de cargos no sería novedosa: en Madrid Arturo Fernández aúna tanto el liderazgo de la Cámara como de la patronal regional CEIM

El conflicto va más allá de una mera pugna institucional. Ambos dirigentes han pedido la mediación del patrón de patronos, Santiago Herrero, a su vez hermano de Francisco Herrero, pero el presidente de la CEA todavía no se pronuncia en público. Aunque el tiempo apremia, no se prevén movimientos antes de las elecciones del 20-N. Además, la CEOE negocia un acuerdo marco con el Consejo Superior de Cámaras que puede servir como referencia para desencallar la alianza.

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