"Tenemos un modelo de negocio exitoso que nos va a dar muchas satisfacciones", ha augurado hace tan sólo unos minutos el presidente de Caixabank, Jordi Gual, en la presentación de resultados de la entidad celebrada esta mañana en Valencia. El beneficio atribuido de 1.985 millones de euros, un 17,8% más respecto a 2017, es el primer argumento para defender este optimismo.

Por países, España ha alcanzado un beneficio de 1.605 millones de euros, un 6,4% más. Por su parte, Portugal, a través de BPI -elegido mejor banco del país en 2018-, ha contribuido con 380 millones, frente a los 176 millones del ejercicio 2017.

Con estos resultados, Caixabank cierra el plan de estratégico para 2015-2018, que resumen con la consecución de tres grandes objetivos: "Refuerzo del liderazgo comercial, mejora de la rentabilidad y desconsolidación y foco en el negocio core". Por tanto, la entidad inicia el nuevo plan estratégico 2019-2021 con "un excelente punto de partida".

El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, se congratuló de haber "reforzado su liderazgo en la península ibérica" en banca de particulares con el 29,3% de cuota de penetración, mientras que en fondos de inversión ha obtenido el 17% y en planes de pensiones el 24,1%. "En muy importante la subida de casi cuatro puntos de la domiciliación de nóminas", apuntó Gual. La media de clientes de la entidad en 2018 se situó en 15,7 millones.

Más rentabilidad

La rentabilidad del grupo sigue al alza y mejora hasta alcanzar el 9,3%, en línea con el objetivo del plan estratégico. Un resultado positivo si se tiene en cuenta su evolución anual desde el 3,4% obtenido en 2014. "Nos hemos centrado en lo que sabemos hacer muy bien: ofrecer un servicio de banca y de seguros de gran calidad", resumió Górtazar.

La liquidez de la entidad también evoluciona favorablemente, con unos activos líquidos de 79.530 millones, lo que supone un crecimiento de 6.755 millones de euros en el año, y un ratio medio del 196%, casi el doble del requerido.

El margen bruto se ha situado en 8.767 millones de euros (+6,6%) por "la fortaleza de ingresos básicos del negocio bancario", que aumentan un 4,2% hasta 8.217 millones.

Menos riesgos y más dividendos

También resaltaron la "reducción significativa de activos problemáticos", especialmente tras la venta a Lone Star de gran parte del negocio inmobiliario más difícil de manejar. Eso ha permitido, entre otros factores, reducir la tasa de morosidad del 9,9% de 2014 al 4,7% de 2018. "Tendremos a partir de ahora un balance más saneado", afirmó Gortázar. Algo que ha permitido, entre otras cosas, que todas las agencias de calificación hayan elevado el rating de la entidad durante el pasado año.

Estos resultados han tenido su repercusión en el pago de dividendos, que ha superado el 50% del beneficio. El 40% va a parar a la Fundación Lacaixa, como máxima accionista, lo que supone cientos de millones que "la Fundación Lacaixa revierte a toda la sociedad". La entidad ha anunciado que a partir de ahora el dividendo se hará en un único pago anual, como se hace en la gran mayoría de entidades.

Mantener oficinas en pueblos

Los responsables del grupo anunciaron la intención de mantener sus oficinas en las zonas rurales y en orientar la tareas de toda la red, que les permite estar presentes en más de dos mil municipios, a lograr "valor añadido, asesorando al cliente", ya que su uso en otros aspectos se está reduciendo en favor de los medios digitales.

Política, mercado y jueces

Tanto Gual como Gortázar también tuvieron la oportunidad de analizar el contexto económico nacional y mundial. Gual indicó que "tenemos que seguir pedaleando con fuerza", en un contexto complicado, "lo tenemos todos presente". Aunque, fue positivo a la hora de analizar la situación política española al asegurar que los analistas externos destacan la "sensación de estabilidad" que hay respecto a España.

La tendencia a mantener los tipos de interés bajos es, por ejemplo, uno de estos riesgos, que "desgraciadamente afectan a las entidades bancarias" y sus resultados. Por este motivo, el consejero delegado expresó la intención de seguir "invirtiendo para ganar la batalla por el cliente".

Sobre la fría recepción del mercado bursátil, con una caída significativa en la apertura del Íbex 35, a los resultados de 2018, Gual mostró tranquilidad absoluta y aseguró que "nuestro objetivo es a largo plazo" y que los movimientos "a corto plazo en el mercado de valores hay que ponerlos siempre en un contexto".

Górtazar, por su parte, también le restó importancia e indicó que "el mercado siempre se mueve por expectativas". De todos modos, ambos coincidieron en que "el mercado reconoce, y así lo ha hecho en el pasado, las estrategias sensatas".

Sobre las últimas sentencias judiciales que han afectado negativamente a la actividad bancaria, Gual se limitó a decir que "respetamos por completo el trabajo de los jueces y siempre estamos dispuestos a colaborar con ellos".

Torre Sevilla

Los máximos responsables de Caixabank también tuvieron un reconocimiento con su actividad en Andalucía, y principalmente con Sevilla, de donde destacaron que "la Torre de Sevilla es un edificio fantástico donde hemos invertido mucho", que dará muchas alegrías a los sevillanos, "más ahora que llega el buen tiempo" y donde la entidad no prevé ningún tipo de movimiento de desinversión o de cualquier otro tipo.