Economía

La CTA incentiva 19 ideas para activar la edificación sostenible

  • La inversión total alcanza los 16 millones de euros; de ellos la Corporación aporta 6 · Los proyectos comprenden tanto obras civiles como la construcción de edificios

El sector de la construcción consume un 40% de la energía empleada en Europa. El 60% restante lo completan, a partes iguales, el transporte y la industria. Según los expertos, el impacto medioambiental de los procesos de edificación es muy elevado porque los numerosos residuos que genera afectan al aire, el suelo y las aguas. Los edificios ocupan el segundo puesto en el escalafón que mide la contaminación urbana, sólo superados por el tráfico de vehículos que es líder en la emisión de dióxidos de sulfuro, óxidos nitrosos y dióxido de carbono.

Teniendo en cuenta estas cifras y dada la creciente relevancia que alcanza estos días la huella ecológica, la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) colabora con 19 proyectos andaluces vinculados a la sostenibilidad en la construcción. Dichas iniciativas movilizan 16 millones de euros de los que casi seis corren a cuenta de la corporación en concepto de incentivos. Las investigaciones serán posibles gracias a la participación de 21 grupos de investigación de las universidades de Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla.

Las áreas de acción de las empresas de la CTA son muy heterogéneas: empleo de residuos materiales de construcción, reducción del impacto ambiental del propio proceso constructivo o ideas innovadoras para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Ésta es la causa por la que David Páez, coordinador del Grupo de Trabajo de Edificación y Obra Civil de la CTA, manifiesta que es "materialmente imposible" calcular el ahorro energético global que se puede alcanzar con la puesta en marcha de estas iniciativas. Además, "puede suceder que la tecnología sea un éxito pero no sea bien asumida por el mercado o que no resulte tan eficaz técnicamente pero adquiera mucha notoriedad y su balance de ahorro final sea más positivo de lo esperado; es un poco prematuro pronunciarse sobre esto".

La variedad de proyectos incentivados por la CTA se enmarcan en obra civil o edificación. Dentro de la primera vertiente hay proyectos centrados en desarrollar nuevos materiales a partir de neumáticos fuera de uso con aplicaciones en la construcción de líneas ferroviarias o aislamiento acústico de autopistas. Otra de las investigaciones se encamina a la consecución de un firme de carreteras hecho a partir de residuos de silestone o escombros reciclados.

Entre las ideas impulsadas en el terreno de la edificación está el diseño de nuevas herramientas informáticas para hacer más sostenible todo el proceso de construcción de los edificios -desde el proyecto hasta el mantenimiento-, soluciones de fachada innovadoras con las que mejorar el aprovechamiento energético; un ascensor ecológico de reducido impacto ambiental o el desarrollo de sistemas de climatización que, a partir de fuentes renovables como el sol, puedan refrescar o caldear el interior de un edificio. "Este mecanismo sería muy rentable en Andalucía -asegura Páez- pero las tecnologías disponibles no están muy desarrolladas; por eso, cofinanciamos un proyecto tiene como objetivo diseñar equipos específicos orientados a convertir la energía solar en frío o calor".

En este ámbito, el principal reto de quienes trabajan en pro de la construcción ecológica es levantar edificios inteligentes poco contaminantes y de bajo consumo, sin olvidar que deben ser habitables y cumplir los requisitos de salubridad y seguridad.

La constructora Detea encabeza el diseño de una fachada y una cubierta capaces de reducir sensiblemente la reducción del gasto energético. Este sistema de doble envolvente del edificio evita la fuga de calor en invierno y la entrada de altas temperaturas y radiaciones solares en verano. Pretende conseguir la certificación energética óptima a bajo coste.

El grupo inmobiliario Sodinur se ha unido a Emvisesa, la empresa municipal de vivienda sevillana, para trabajar en el desarrollo de un programa con el que monitorizar el comportamiento energético de los edificios y así diagnosticar cómo mejorar el consumo de energía y las emisiones de C02.

Minimizar el impacto medioambiental en todas las fases del proceso constructivo es la intención de la constructora Azvi. Para ello, ha desarrollado varias herramientas que permiten diseñar y construir viviendas disminuyendo el gasto energético incluso en los procesos de demolición y reciclado de materiales derivados de la obras.

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