José López-Tafall Bascuñana | Director general de ANFAC

  • El sector del automóvil vive un momento complejo, en el que los problemas de falta de componentes se están uniendo a las dificultades económicas y a la escalada de la inflación

“Andalucía tiene una oportunidad para recuperar industria de la automoción”

José López-Tafall (Santander, 1965), durante la entrevista con este diario, ayer, en Sevilla. José López-Tafall (Santander, 1965), durante la entrevista con este diario, ayer, en Sevilla.

José López-Tafall (Santander, 1965), durante la entrevista con este diario, ayer, en Sevilla. / José Ángel García

Escrito por

· Alberto Grimaldi

Subdirector de Diario de Sevilla

–¿El sector de la automoción vive en un momento especialmente complejo?

–Sí, es un momento complejo porque estamos aún en un proceso de transición estructural, de cambio en tecnologías y en productos, con una presión regulatoria elevada, se le ha añadido una situación de coyuntura muy negativa. Primero, por el Covid y sus efectos económicos, que además para el sector fueron especialmente duros. De hecho, fuimos un sector que cerramos por completo. A eso se le añade la ruptura de las cadenas logísticas y, fundamentalmente, también de la crisis de suministro de los chips, que la venimos arrastrando y que, por desgracia, aún no está resuelta. Y, por si fuese poco, en este 2022 se nos acumula la guerra en Ucrania, el impacto de la crisis energética, con el proceso de inflación de costes que nos está generando unas perspectivas económicas malas. Desde luego el momento no es fácil.

–Precisamente cuando vienen maldadas económicamente, una de las primeras decisiones que es habitual tomar es esperar más para cambiar de coche.

–Eso es algo que sucede y que nosotros ya hemos visto en otras crisis y es normal. Lo que estamos intentando es que en la parte de coyuntura, en la medida de lo posible, que no depende de nosotros porque es una situación europea fundamentalmente, capear esa caída de demanda. Es cierto también, de todos modos, que hay mucha demanda retenida desde el año 2020, porque tanto por el Covid como por la acumulación de problemas de chips no ha habido la tasa de recambio de vehículos que tenía que haber habido de forma natural. Pensamos que hay una demanda embolsada que de alguna manera va a compensar el bajón derivado de la coyuntura, siempre y cuando el problema de los chips se vaya resolviendo.

–Hasta qué punto tras tomar la decisión de comprar un coche que te digan hasta dentro de seis meses no se le puede entregar está también retrayendo la venta o haciendo que se decida por de ocasión más moderno que el que tenga.

–Está teniendo un impacto en el mercado. Es cierto también que no todos los fabricantes están en la misma situación y no en todos los modelos dentro del fabricante. Y eso es claro, está generando un desvío de gente que necesita vehículos, y si no lo encuentra o le dicen unos plazos largos, pues evidentemente esto tiene un impacto en el mercado usado, que sí que está aumentando. Por eso es importante que la ruptura, la rotura, la ruptura de la cadena de suministro, sobre todo de los microchips, se resuelva porque va a ayudar a normalizar el mercado.

–¿Cómo está influyendo en la decisión de ir a comprar un coche la presión que hay por que se cambie a tecnología eléctrica, porque todavía hay demasiada brecha de precio respecto a la combustión?

–Nosotros vemos es que sí hay demanda, hay mucho interés. El ciudadano ya conoce que hay una gran oferta de vehículo electrificado, enchufable y eléctrico, por lo cual la parte de desconocimiento del producto la estamos superando. Luego es cierto que hay una mentalidad en los consumidores progresivamente verde, con mayor sentido medioambiental. Si pueden elegir por un vehículo con menores emisiones, como son los electrificados, lo valoran. Es cierto también que el coste de entrada es mayor, lo cual no significa que el coste de uso sea también mayor. Es alto que hay que poner en relación con el coste total de la vida. Incluso con la subida del precio de electricidad, el coste total de utilización de un vehículo eléctrico o electrificado es menor. Ahorras dinero. Tanto la promoción que hacen los fabricantes, con el continuos lanzamiento de nuevos vehículos, como los planes de ayuda y difusión que se están haciendo ayudan a que haya más interés. Lógicamente hay otros condicionantes. Pero en la demanda sí que veo que esa barrera de entrada al vehículo electrificado por el coste va desapareciendo. La ayuda pública también anima mucho.

"Los problemas con las cadenas de suministro han hecho que esté aumentando el mercado del usado"

–¿Es suficiente el incentivo?

–En algunos casos sí y en otros no. Es importante que el consumidor para dar el salto tenga garantía. Cuando tú tienes un garaje privado o tienes acceso en tu oficina a un garaje público y por tanto puedes cargar diariamente. Y cuando haces un uso de un vehículo metropolitano con esporádicos viajes interurbanos, entonces eso sí es más fácil que se traduzca en decisión de compra. Es importante que la recarga no se convertirá en un problema. Cuando es así, la gente da el salto y lógicamente contar con una ayuda te mueve a superar el gap de precio. Dicho lo cual, es un vehículo aún más caro de entrada, por tanto cuesta más inicialmente. Poco a poco va llegando y poco a poco las barreras van cayendo.

El director general de ANFAC posa para la entrevista. El director general de ANFAC posa para la entrevista.

El director general de ANFAC posa para la entrevista. / José Ángel García

–¿No es incoherente acelerar el abandono de la combustión con modelos electrificados, al mismo tiempo que se demoniza el vehículo si éste será de cero emisiones?

–Es completamente incoherente, es cierto. Nosotros lo que defendemos como Anfac, y todo el conjunto del sector también, es lo que llamamos un modelo de movilidad a la española. Si hay algo que falla en la electrificación en España, desde luego no es la falta de modelos. Hay que cumplir la descarbonización y la digitalización, pero al mismo tiempo mantener nuestra industria de la automoción y todos sus negocios asociado, que supone dos millones de empleos en España. Tenemos que definir un modelo que cumpla los objetivos, pero mantenga también el objetivo del empleo, la producción y la riqueza.

"Es incoherente que se impulse los coches electrificados y que se siga demonizando el vehículo privado"

–La industria de la automoción en diferentes crisis fue dejando el territorio andaluz, con la excepción de Renault o Valeo. ¿La transición ecológica y la capacidad de producir energía limpia y barata en Andalucía puede ser una palanca de atracción para que vuelva?

–España y Andalucía tienen que aprovechar una oportunidad que hay ahora. Estratégicamente, Europa se ha dado cuenta de que tiene una dependencia logística que no puede tolerar. Hay un movimiento de recuperar autonomía en industria, que ha demostrado ser más resiliente y tiene un valor añadido diferencial: hay más innovación, puestos de trabajo más cualificados, más estables y mejor remunerados. Pero hay otra variable, que es la que comentaba. Los nuevos atributos que se exigen a los productos en términos de baja huella de carbono, porcentaje de reutilización y de reciclaje, de materiales con los que están construidos. En definitiva, sostenibilidad. Y ahí es donde hay una una oportunidad de recuperar industria de la automoción en Andalucía.

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