El Algeciras ha jugado muchas veces esta temporada a ser trapecista. En muchas ocasiones el espectáculo ha sido un éxito, los espectadores han salido contentos y ha cumplido las expectativas. Pero el que juega con el riesgo, alguna vez, puede acabar dañado. Ante el Atlético Antoniano resbaló, cayó en el último instante, cuando el público casi había dado por bueno una función para nada memorable. Le pudo la ambición, palabra que en fútbol adquiere una apariencia positiva. En estos casos hay quien piensa que si no puedes ganar, mejor no perder. Eso no va con el equipo que diseña Diego Pérez Yiyi. Algunas veces sale y otras, como en Lebrija, no.

El cuadro albirrojo ayer no hizo, en líneas generales, un buen partido, la segunda parte fue espesa, a penas probó al meta Oliver y a una defensa aliada que tampoco es que diera muestra de especial solvencia. El Antoniano ganó la partida cuando consiguió anular el centro del campo y la salida de balón algecireña e impuso la necesidad del músculo antes que la inteligencia futbolística. Eso se le sigue atragantando al conjunto de La Menacha.

El encuentro, sin embargo, empezó con buenas sensaciones para los visitantes. En cinco minutos, ya tenía el control del balón. En ocho, Alvi Carrasco tuvo tres oportunidades de hacer daño de verdad, gracias sobre todo a que la defensa lebrijana no supo solventar los balones a la espalda. El de Los Pastores, que pelea y lo intenta como ninguno, estuvo falto de esa chispa que encandila a los algeciristas y tan necesaria para el equipo. Pero el Antoniano arriba tiene mucho peligro. Lo sabían y por eso intentaba que el balón estuviera en esa zona del campo todo el tiempo posible. Mena y Juanjo, ninguno especialistas en el lateral, tuvieron bastante trabajo. Desde fuera del área llegaron avisos, sobre todo de Ori, que iban aumentando gradualmente en peligro para la portería.

Y así llegó el gol. El balón, que rondaba el borde del área, cayó en poder de Eloy, que se sacó un derechazo que pegó en el larguero y entró. Muy complicado para Mateo. Esto ocurrió en el minuto 17. El conjunto sevillano lo hizo bien tras el tanto, no dio ni un paso atrás y continuó con la presión a los cerebros, al Algeciras le costaba hacer su juego y, en buena medida, se contagió con balones en largo desde su defensa.

Hay un jugador albirrojo que esta temporada está ganándose los elogios, se está confirmando como un jugador que va camino de ser vital: Iván Turrillo. Fue el autor del gol del empate. En una falta lateral el balón llegó al segundo palo, libre de marca se encontraba el centrocampista algecireño que sin apenas ángulo controló con el pecho y de disparo seco cruzó el balón ante la mirada de los defensas y la inútil estirada de Oliver. El autor del gol en el 32' salvó bajo palos cinco minutos después el que pudo ser el 2-1. Ori, que no se las pensaba, se sacó un enorme disparo que logró batir a Mateo pero no a Iván.

El Antoniano no se conformaba con el empate y salió a por el triunfo. Los locales tuvieron acercamientos en el 57' y en el 60'. Alvi y Manuel apenas tuvieron oportunidad para desquitarse. El balón no circulaba y los balones fueron monedas al aire que solventó bien el entramado defensivo blanco. La entrada de Francis por Iván (66'), de George por Alvi (61') y de Juanito por Manuel no solucionaron nada, entre otras cosas, porque el problema parecía más del medio que de la zona de ataque, de la creación que nos tiene acostumbrados Javi Chico y Dani Venegas, algo grises. Seguro que sin las bajas de Mario y Alexis los cambios hubieran sido otro.

La mejor para los algecireños llegó en el 75'. Juanjo se creció, quiso hacer del extremo que es, y se metió hasta el final del área y, tal vez para asegurar, decidió darla al punto de penalti, donde ningún compañero tuvo el acierto de colocarse. Llegada la recta final, ninguno de los dos equipos quisieron ceder y buscaron, con más o menos acierto e intensidad, el triunfo. Tras el encuentro se discutía si el equipo debió amarrar o no el punto. Prefirió arriesgar, culminar la remontada y ese trapecista que en actuaciones pasadas logró el más difícil todavía se fue a la red. Un robo de balón permitió a Diego Gómez, fresco tras entrar en el 73', enfrentarse a Mateo, marcar, y cortar así la racha de triunfos del Algeciras.

At. Antoniano Oliver u

Diego u

Ricardo u

Rubio u

Lolo l

Joan u

(Ramón, 46') l

Eloy u

Andrés u

Ori u

Natera uu

(Diego Gómez, 73') u

Javi u

(Moisés, 50') l

Algeciras Mateo u

Juanjo u

Marcelino u

Santander u

Mena l

Iván uu

(Francis, 66') u

Javi Chico l

Dani Venegas l

Willy l

Manuel u

(George, 61') s.c.

Alvi l

(Juanito, 76') s.c.

Árbitro: Sergio González Contador, del colegio cordobés. Bien, valiente en algunas decisiones, aunque tampoco tuvo ninguna especialmente complicada. Expulsó a Ori en el 89' por una dura entrada por detrás sobre Javi Chico. Además amonestó a los locales Joan, Eloy, Lolo, Diego y Diego Gómez; en los visitantes acabaron con amarilla Alvi, Mena y Santander. Goles: 1-0, Eloy (17'). 1-1, Iván (30'). 2-1, Diego Gómez (88'). Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimo cuarta jornada de Liga dentro del grupo X de la Tercera división, disputado en el Municipal de Lebrija ante casi 400 espectadores, muchos de ellos procedentes de Algeciras.

30'