real balompédica linense

El sueño europeo de Diego Hurtado

  • El lateral zurdo colombiano se somete a prueba en la Balompédica cinco meses después de debutar en la Primera de su país

  • Pacho Maturana le dio la alternativa en el Once Caldas

Diego Hurtado (izquierda), recibido por su compatriota Wilson Cuero, ayer en el Municipal.

Diego Hurtado (izquierda), recibido por su compatriota Wilson Cuero, ayer en el Municipal. / erasmo fenoy

Diego Jhoan Hurtado Arboleda [Diego Hurtado], nació en Medellín hace 20 años, pero se crió en Istmina Choco. El pasado 22 de octubre y poco antes de ser destituido, Pacho Maturana (exentrenador de Valladolid y Atlético de Madrid) le hizo debutar con el Once Caldas en la Primera A, la máxima categoría de Colombia. El escenario, emblemático, el estadio Nemesio Camacho el Campín, el más grande de Bogotá. El rival, que ejercía de anfitrión, el Millonarios. Apenas cinco meses después, este espigado lateral zurdo (185 centímetros) ha comenzado una prueba con la Real Balompédica Linense. Como tantos jugadores sudamericanos antepone el sueño de poder jugar en Europa al de triunfar en la máxima categoría de su país. Dispone de quince días para convencer al cuerpo técnico de la Balona, eso sí, con vistas ya a la próxima campaña.

A pesar de su juventud, Diego Hurtado ya tiene un bagaje en el fútbol colombiano, puesto que antes de recalar en el Once Caldas ya había pertenecido a Nacional, Millonarios y Deportivos Pereira. Sus primeros pasos no los dio en el costado izquierdo de la zaga, pero ahora confiesa que es el puesto en el que mejor se desenvuelve, en el que se siente más cómodo.

"Cuando estuve en el Nacional mis primeras posiciones en el campo de juego fueron como volante de marca, ya que poseo fuerza, técnica y velocidad, pero el profe Hernán Farío Herrera (su entrenador entonces), me ubicó como lateral debido a que en ese tiempo las divisiones menores carecían de jugadores en la posición de defensas por izquierda y esta posición me gustó y ya llevo cerca de dos años jugando como marcador zurdo", detallaba el futbolista a Semilleros Deportivos pocos días después de su estreno en Once Caldas.

Los derechos del jugador aún pertenecen a su padre, quien ha sido uno de los responsables de que se someta a esta prueba con la Balona, porque considera que ha llegado el momento de dar el gran salto.

Diego Hurtado, que admite que aún está bajo los efectos del jet lag y que cuenta desde su desembarco con el respaldo de su compatriota Wilson Cuero -que ejerce de Cicerone-, asegura que en cuanto supo de la posibilidad de intentar una prueba en España no lo dudó, a pesar de que es consciente de que esta temporada el equipo de La Línea ya no puede inscribirle, al haberse cerrado el plazo de fichajes.

"Estoy dispuesto a esperar, la oportunidad de jugar en Europa no se puede dejar pasar", recalcó ayer en declaraciones a MIA FM.

"Yo lo que quiero estos quince días es consolidarme, hacer un buen papel y convencer a los técnicos", recalcó. La puerta de su país siempre la tendrá abierta, pero es, precisamente, la que el jugador desea cerrar.

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