Atletismo lMundial de Daegu 2011

La redención de Berlín

  • Natalia Rodríguez, descalificada tras imponerse en el Mundial de hace dos años, se saca la espina con la medalla de bronce en 1.500 · Kenia alarga su hegemonía en los 3.000 obstáculos con otro doblete

Natalia Rodríguez rescató a la alicaída España en el Mundial de atletismo de Daegu con un bronce en el 1.500 que le sirve de redención menor, aunque le permite al menos sacarse la espina de su descalificación en la final de Berlín 2009 y al equipo español colarse en el medallero del campeonato.

La final femenina de 1.500 siguió en Daegu un guión parecido al de la europea de Barcelona 2010, en la que la tarraconense también fue tercera. Aquella carrera se le pasó por la cabeza en pleno esfuerzo, cuando observó en el videomarcador que, en la recta de meta, se le echaban encima rivales que no habían gastado fuerzas hasta entonces.

Maryam Jamal, la atleta de Bhrein heredera de la medalla de oro que perdió la española en Berlín, puso a trabajar a su compatriota Mimi Belete, pero no sacó provecho porque a la hora de la verdad no aguantó el cambio de Natalia Rodríguez en el último giro y se descolgó hasta el último puesto. La española tenía tantas ganas de colgarse la medalla de oro que se precipitó en tomar la cabeza, haciendo involuntariamente de liebre para las reservonas a lo largo de los últimos 450 metros. Así, claro, en la recta se quedó sin cambio. Tuvo que asistir, impotente, al adelantamiento de la estadounidense Jennifer Simpson, ganadora (4.05,40), y de la británica Hannah England, segunda con (4.05,68). Pero Natalia logró, al menos, mantener a raya a la marroquí Btissam Lakhouad, que llegaba por detrás con aviesas intenciones y terminar con un tercer puesto que sabe a gloria (4.05,87).

Jamal aspiraba a ser la primera atleta que consigue un tercer título consecutivo en unos Mundiales, y terminó última. Dos años y una semana después del despojo de Berlín, el 23 de agosto del 2009, Natalia Rodríguez consiguió la medalla por la que ha estado luchando durante toda su carrera. No la que ella quería, la de oro, pero una medalla al fin y al cabo que deja atrás definitivamente aquél "palo muy gordo" de Berlín, como ella lo define.

De la sexta hornada cabe destacar la hegemonia de Kenia en los 3.000 metros obstáculos, prueba en la que logró otro doblete. Ezekiel Kemboi retuvo el cetro mundial al ganar por delante de su compatriota Brimin Kipruto. Francia atemperó la dictadura africana con el bronce de Mahiedine Mekhissi-Benabbad.

La ucraniana Olha Saladuha es la nueva campeona mundial de triple (14,94 metros), que destronó a la cubana Yargelis Savigne, que había conquistado los dos títulos anteriores. Mientras, el británico David Greene, campeón europeo, sorprendió a los grandes favoritos americanos y le dio a su país el primer título mundial en los 400 vallas al rematar con un gran final los 80 últimos metros. Los americanos se quitaron ese mal regusto en la altura con Jesse Williams, líder mundial del año con 2,37 metros, que se convirtió en el primer campeón del mundo estadounidense en 20 años al imponerse con un salto de 2,35.

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