El Algeciras es ese protagonista de una película de terror en la típica escena en la que el malvado le llega por la espalda mientras una música espeluznante se intensifica progresivamente y con ella un peligro fatal. Aún con vida, pero sin terminar de salvarse, los albirrojos sumaron otra derrota, esta vez sin fortuna y sin merecerlo mientras que el descenso sigue ahí y el algecirismo nota el frío del abismo, aunque sigue dependiendo de sí mismo para no caer.

El Algeciras parece haberse contagiado del mal de los equipos que se meten abajo, de esos que caen en una espiral perdedora y cuyo síntoma claro es que nada sale a favor. La ansiedad, los errores increíbles, la mala fortuna y la derrota. Y todo al punto de ver peligrar la propia vida. El descenso y la promoción, tras perder inmerecidamente ayer ante el Granada B, está a tres puntos.

Un penalti fallado que es respondido en un minuto con un gol rival y un penalti y otro tanto en contra, balones que se pasean, errores a puerta vacía que pueden cambiar el curso del partido, una justicia (como siempre) del lado del poderoso, un rechace que cae franco al delantero contrario, las lesiones, los resultados de los equipos que se la juegan para salvarse, hasta ese tiempo que impidió ver las gradas más ocupadas en un encuentro con entradas a un euro ... Mil cosas más o menos decisivas que soplan en contra del que viene para abajo.

A pesar de todo, el Algeciras está vivo y, además, depende de sí mismo. Ayer fue una derrota que, a pesar de las consecuencias casi trágicas, deja lugar a la esperanza por la imagen. No como otras anteriores. El equipo lo dio todo, fue mejor que un rival con estilo de gigante, mereció empatarle sino ganarle y muy malvada tiene que ser la diosa Fortuna para que jugando de esa manera no llegue la ansiada victoria que de la necesitada permanencia. Hasta los más críticos aceptaron el sino de un conjunto que salió aplaudido del Nuevo Mirador, algo que sería impensable si no se diera esa entrega.

El Granada B salió gallito, a lucir su plumaje de pinta de atleta que quiso picar al Algeciras al inicio. Berlanga salvó el manso disparo de bajo palos. Veinte minutos tardó el conjunto de casa en encajarse y, a los 24', Marcelo derribo a Melchor en mitad de una pared y el colegiado García Maceña decretó la pena máxima. Alfaro, que acertaba siempre desde los once metros, se encontró con la estirada de un juvenil, Cristian, que apagó la alegría del Mirador.

A renglón seguido, gol del Granada B. En la misma jugada, con los algeciristas con los brazos todavía en la cabeza. Wilson Cuero estrelló un cabezazo al poste y en el rechace los aprovechó Luis. Y otra vez a renglón seguido, manos involuntaria de Berlanga dentro del área y Sergio Martín que no falló. El mismo guion del partido ante el Sevilla Atlético. Del 1-0 de penalti, a mazazos rivales.

Contra pronóstico, el Algeciras se levantó y pudo acortar distancias. Javi Fernández, con inventiva en la mediapunta, falló primero un mano a mano y en la última jugada del primer tiempo una jugada a puerta vacía.

Del descanso el Algeciras salió como hay que salir en estos casos, dejándose la piel. El gol así iba a llegar. Continuas llegas que se quedaban en el filo del gol, con un público entregado al borde del infarto. Iba a llegar y llegó con un cabezazo de Berlanga que se elevó a todo y metió el balón, por fin, entre la red.

El Granada B ya no era el de la primera parte, su mejor arma era perder tiempo como si le fuese la vida en la victoria. El Algeciras creía incluso en la victoria si era capaz de empatar pronto y apretaba aunque las fuerzas iban proporcionalmente cayendo y el ritmo cayó pero no la esperanza. El banquillo estaba vacío de soluciones, tres defensores y Ayala que apenas había entrenado en toda la semana. Aún así el algecireño lo intentó con el alma y tuvo varias buenas intervenciones.

La portería contraria parecía cada vez más lejana, costaba más desembocar en ella ante un filial altamente competitivo, que buscó y pudo hacer el definitivo en una contra. Llegaban ocasiones para igualar casi desde cualquier posición. Nada.

Ahora quedan tres partidos, tres balas para una victoria y una salvación. La próxima (domingo 11:30 horas), ante el Sevilla Atlético, que si gana sale del descenso, es a vida o muerte. No queda otra.

Árbitro: Miguel García Aceña, asistido por Ballester Vilar y Mena Gimeno (Colegio valenciano) Mal. El trío arbitral tomó demasiadas decisiones erróneas, la mayoría en contra de los intereses locales. Pudo expulsar a Marcelo por una dura entrada en el campo del Algeciras y los de Sanlúcar se quejaron de fuera de juego en el 1-0.

tarjetas: Amarillas a los locales Maiquez (8'), Merino (61'), Alfaro (61'), Carlos Andújar (73'); y a los visitantes Marcelo (23'), Sulayman (58') y Machis (85')

goles: 0-1 (25') Luis Lozano aprovecha un rechace que le cae tras tocar en el palo el disparo de Cuero. 0-2 (26') Sergio Martín transforma el penalti señalado por manos de Berlanga. 1-2 (53') Berlanga se eleva en un córner para rematar con todo ante el salto del meta Cristian.

incidencias: Encuentro de la 35ª jornada de Liga en el grupo IV de Segunda división B disputado en el Nuevo Mirador de Algeciras ante unos 2.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Pablo Corrales, padre del jugador del filial del mismo nombre.