Jesús Casas Andrades está de vuelta en el Nuevo Mirador. Ya trabaja de lleno con la directiva que preside Ricardo Alfonso Álvarez para dar cuerpo y alma al Algeciras CF 2018/19. Casas se reincorporó a la junta como tesorero, un cargo que le hace estar muy cerca también del día a día albirrojo, sobre todo ahora que Mané y Javier Viso precisan encajar su idea de equipo con las pretensiones económicas del club de La Menacha.

Casas ejerce de negociador en un momento crucial para el Algeciras. "Se puede decir que sí, que ahora me toca ser el hombre malo", admite el dirigente, el responsable de cuadrar las cifras con los futbolistas para que el presupuesto no se salga de lo previsto.

Miguel Ángel García, el nuevo responsable del área deportiva en la directiva, es uno de los grandes culpables del regreso de Casas. "El amigo Miguel Ángel y el presidente me lo pidieron... Al final lo nuestro nos tira", reconoce este algecirista de cuna, con mucha experiencia en su materia.

A Casas le seduce mucho "la idea de club, la identidad que pretendemos dar al Algeciras de una vez por todas", sostiene. "Es una apuesta que llevábamos mucho tiempo barajando y que por circunstancias siempre se ha pospuesto. Creemos que es el momento adecuado para dar a la cantera el valor que merece porque además se lleva trabajando muy bien en los últimos años desde que Miguel Ángel se hizo cargo de la coordinación del fútbol base", explica Casas.

"Hay material, hay futbolistas y técnicos capacitados y preparados, y es el momento de recoger los frutos y sobre todo sentar las bases de una continuidad, normalizar esta identidad para que el Algeciras tenga esa base de futbolistas de la casa que siempre es fundamental", argumenta el tesorero albirrojo.

"Yo estoy muy ilusionado con Mané", subraya tajante. "Lo que hemos hablado, lo que tenemos en mente y los mimbres que hay. Ayer (por el jueves) tuvimos una reunión con los técnicos de la cantera y salimos muy ilusionados. Yo personalmente aluciné porque todos tenemos una idea común sobre el camino que vamos a tomar", confiesa.

Casas entiende que la apuesta por el nuevo secretario técnico "ha llegado en el momento idóneo" y enfatiza que "el bagaje de Mané es incuestionable, hablamos de un profesional que nos puede dar mucho, muchísimo".

El reto de implantar esta nueva filosofía pasa "por cambiar la idea que siempre hemos tenido de tirar solo de la gente de la casa cuando las cosas vienen torcidas. Desde siempre recuerdo que sólo se ha mirado abajo en los peores momentos y después en las buenas nos olvidamos. Eso debe cambiar", proclama Casas, que deja un recado: "Antes fichábamos fuera y rellenábamos los huecos con la cantera. Ahora vamos a mirar primero qué tenemos en la casa y después ficharemos para completar con jugadores de fuera".

"Pero no vamos a fichar por fichar", matiza. "Lógicamente nos podremos equivocar, como todo el mundo, pero vamos a intentar reducir ese margen para que los que vengan sean los que verdaderamente necesitamos en una plantilla con gente que se sienta muy identificada", señala.

Una vez que Mané y Viso hayan llegado a un entendimiento con un futbolista sobre su continuidad, la negociación pasa a la mesa de Jesús Casas, a un punto en el que el directivo se debe mostrar intratable a la hora de negociar. "Está claro que va a ser difícil y que no es cuestión de unos días. La idea es mantener el bloque, pero primero tenemos que ver qué quieren los técnicos y qué quieren los jugadores. Yo por mi parte tengo que mantenerme en un presupuesto que es el mismo que el año pasado, aunque evidentemente queremos cambiar cosas", aclara.

"¿Si se quedarán todos los que los técnicos pretenden? Será cuestión de entenderse... Lo que está claro es que el tiempo corre en nuestra contra porque ya vamos tarde con respecto a la mayoría de los clubes. Por eso, entre otras cosas, no hemos parado desde que se dio por terminada la pasada temporada", remata Casas, un seguro en su parcela.