Ud los barrios | atlético sanluqueño · la crónica

La misma derrota de siempre

  • Guión La Unión hace una buena primera parte en la que desaprovecha hasta seis ocasiones claras pero cae por un nuevo error defensivo Impotencia Los barreños, que juegan 44 minutos contra diez, vuelve a sufrir un bajón en la segunda mitad

El guión de la Unión en la mayoría de encuentros es como el de esas películas del oeste, de indios y vaqueros, que siempre empezaban, se desarrollaban y concluían de la misma manera. Primero la Unión (los indios) sale intentando conseguir la victoria con todas las ganas del mundo y lo más rápido posible pero deja al rival (los vaqueros, ayer el Sanluqueño) con vida y éste aprovecha los despistes y sus cualidades (el orden y la experiencia en este caso) para lograr el triunfo en la segunda parte de la batalla.

Los gualdiverdes salieron, como estaba anunciado, plagado de cambios por las bajas. Para empezar, Bubu en la portería. En defensa Julio Cabello se colocó en el centro y Espínola en una banda. Guti estuvo acompañado por Dani Pato en ataque y en el centro debutó el juvenil Pedro -bastante bien-.

En los cinco primeros minutos, dos ocasiones para Los Barrios. Ambas, tras una internada por la banda de Juanjo, que le ganó la espalda al lateral Domínguez pero no estuvo acertado a la hora de apuntar su disparo.

El conjunto de Antonio Flor fue mejor en la mayor parte de los 45 minutos, sobre todo, cuando se daba uso al centro del campo. Darío y el debutante Pedro hicieron funcionar a la Unión, al menos, mejor que el medio campo de su rival, perdido en ataque.

Esa forma valiente de jugar de la Unión hizo que el partido estuviese abierto pero las ocasiones se acumulaban en el bando local. En el 17' Julio Cabello hizo de su hermano (ayer ausente por motivos laborales) y estuvo a punto de inaugurar el marcador. Momentos de avasallamiento de Los Barrios sobre un Sanluqueño que se limitó a no encajar y a no dar facilidades a un rival.

Conforme fue pasando los minutos la pelea se trasladó más al centro del campo, igualándose las fuerzas aunque fue el conjunto barreño el que siguió disfrutando de las ocasiones claras. Pato reclamó penalti en el 29' pero acertó el árbitro en no señalarlo. Gallardo (correcto ayer de extremo) casi marcó en el 35' pero lanzó fuera.

El Sanluqueño no tiró en toda la primera mitad, apenas pisó el área de Bubu y se fue al descanso con la sensación de escaparse con vida.

La segunda parte fue otra historia. Una auténtica locura. Primera jugada de la segunda mitad: Alberto Montaño (que había visto amarilla en el 37' por protestar, como casi todas las amarillas que se sacaron ayer) hizo una innecesaria entrada en el centro del campo y vio la segunda tarjeta. Justa expulsión, de lo poco que acertó el colegiado malagueño.

Llegó el momento desconcierto en la defensa gualdiverde y, por lo tanto, el gol del Sanluqueño. Espínola, que se fue al ataque, se vio desbordado por Oscar Silva que logró conectar con Carrasco que, sin marca y con excesivo espacio, tuvo tiempo para preparar el disparo y colocarlo en el palo largo de la meta de Bubu.

Al traste la superioridad numérica, la buena primera parte, el partido, las pocas esperanzas de salvación y todo. Y todo por un nuevo, el enésimo, error defensivo.

En la siguiente jugada comenzó el lamentable espectáculo del dúo arbitral -el de Moreno Muñoz y su asistente-. Terrén sacó desde el borde el área, al límite, y el linier entendió que lo hizo fuera, es decir, que llegó a estar en contacto el balón con las manos fuera del área. Extraña jugada que ni estaba clara ni se suele pitar. Pero lo peor estaba por llegar, el colegiado malagueño amonesta al meta barreño del Sanluqueño cuando éste protesta y no por la acción antireglamentaria. Un minuto después, el juez de línea volvió a ver (el sólo) manos en el saque del portero pero esta vez Terrén no vio una nueva amarilla.

Todo este circo favoreció al Sanluqueño ya que apenas hubo tiempo de juego. Además, el conjunto de José Carrete midió bien los tiempos, supo jugar con ese resultado a favor y metió más músculo en el centro del campo para anular a una Unión que ya estaba siendo anulada por sus propias fuerzas y por las prisas.

Los cambios de Antonio Flor tampoco ofrecieron nada nuevo al equipo y el partido se rompió sobre el minuto 30 del segundo tiempo. Esto provocó que se acumularan ocasiones para el Atleti, más fresco y tirando de veteranía.

Con un inocente taconazo de Espínola al saque de una falta finalizó un partido que no es ni más ni menos que el mismo guión de siempre. Hoy puede dejarle a 15 puntos de una Andaluza ya asumida.

50'

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios