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La ley de Europa en el Mundial dura ya dos décadas

Cuando arranque dentro de cuatro años el Mundial de Qatar 2022, Europa llevará dos décadas reinando en la Copa del Mundo en una tendencia que evidencia la distancia entre el rico fútbol del Viejo Continente y Sudamérica.

La eliminación el viernes de Brasil y Uruguay dejó el torneo sin representación sudamericana. Por lo tanto, y mientras África y Asia sigan sin dar ese salto que nunca llega, la Copa del Mundo sigue perteneciendo a Europa.

Será el cuarto título seguido para las vitrinas de Europa. Brasil fue la última sudamericana que reinó en el Mundial con su quinto título en 2002. Después ganaron Italia (2006), España (2010) y Alemania (2014). Será la primera vez en la historia que Europa conquista cuatro ediciones seguidas de la Copa del Mundo.

Europa tiene el mejor fútbol de clubes del mundo, todas las estrellas mundiales juegan en sus ligas y la mayoría de sus federaciones son ejemplos de gestión, con cimientos robustos y proyectos a largo plazo. Las televisiones inyectan miles de millones cada temporada y los patrocinadores ayudan con suculentos contratos.

El talento, obviamente, no se compra con el dinero. Y a eso se ha agarrado siempre Sudamérica, cuna de algunos de los futbolistas más fantasiosos. Desde Alfredo di Stéfano hasta Neymar, pasando por Pelé, Zico, Maradona, Ronaldo, Ronaldinho o Messi, a Sudamérica siempre le alcanzó para desafiar y someter al poder europeo. Sin embargo, la estructura del fútbol en el continente sudamericano está a años luz de Europa.

La Confederación Sudamericana de Fútbol fue protagonista principal del escándalo de corrupción que salpicó en los últimos años a la FIFA. Mientras los bolsillos de los dirigentes se llenaban, Sudamérica se distanciaba cada vez más de la opulenta Europa.

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