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La ilusión vuelve a la Unión

  • Los gualdiverdes, que le ponen ganas, vencen a un Cádiz B sin mordiente con un tanto de Guti, rompen una racha de doce duelos sin ganar y abandonan los puestos del descenso

 Una nueva Unión para un nuevo año. Un triunfo tras doce jornadas sin conseguirlo, un regalo de Reyes para la afición, poca pero muy implicada, y de nuevo fuera de la zona de descenso cuando se llega justo al ecuador de una Liga que hoy los gualdiverdes la ven de otro color, con más ilusión, convencidos de que son capaces de sacarlo adelante.

Jose Mateo debutaba en el banquillo gualdiverde, ya que la pasada semana tuvo que dirigir al equipo desde la grada al no contar con su ficha cursada. Aún es pronto para sacar conclusiones, para generalizar, pero ayer se vio a una UD Los Barrios más ordenada que en las últimas semanas, más parecida a la del comienzo liguero, con hambre de triunfo, con intensidad, salidas rápidas y ese punto de motivación que necesita para tener alguna posibilidad de sacar los partidos adelante. Ahora no busca jugar bien al fútbol pero lo hace más práctico, con el triunfo como único objetivo. Un estilo de circunstancias, economía de guerra para subsistir en un grupo tremendamente igualado.

 

El triunfo ante el Cádiz B es de esos que se llaman balsámicos pero, aún más, es una inyección de ilusión que falta hacía y que el técnico tiene que saber aprovechar para trabajar en pos de una buena racha de resultados que le mantengan fuera de los puestos de caída a Andaluza. Hay un problema profundo que alguien tiene que solventar: el gol. La Unión creó ayer ocasiones para ganar el partido con claridad pero no sabe finalizar las jugadas, algunas muy buenas. Guti, en punta, estuvo bien, muy guerrillero, incómodo para el rival en el juego de espalda pero le faltó estar acertado de cara a puerta, falló numerosas oportunidades. Aún así fue el autor del gol, con mucha ayuda de un defensa que en el minuto cinco abrió un marcador que ya no se volvería a mover.

 

De aquí al final, pocos equipos como el filial cadista van a poner tan poca oposición sobre el terreno de juego. En la primera parte sólo creó peligro a través de Caballero, el mejor amarillo en ataque, y en la segunda sólo tiró entre los tres palos una vez a pesar de contar con mucha posición de balón. Sobre el terreno de juego se notó demasiado quién se jugaba las papas y quién tiene margen de error. 

 

Guti aprovechó un balón en largo para arrancar en velocidad desde el centro del campo, dejar atrás a Gabi, buscar el palo largo y, con fortuna, porque el balón dio en la mano del defensa, entrar en la meta de Stamcampiano. 

 

Valiosísimo gol. Los barreños lo cuidaron como oro en paño. No arriesgaron, jugaron ordenados y reservado, a veces muy metido atrás e intentando estorbar en un centro del campo sin trabajadores, con Vera, Domingo e Ismael, que ofrecieron intensidad y ennegreció la creación cadista.

 

Poco más en el primer tiempo. El segundo estuvo más movido, hubo más ocasiones y más vaivenes. Japón, desaparecido hasta entonces, intentó aprovechar de forma acrobática un error defensivo. El filial cadista apretó en busca del empate en los primeros minutos de la segunda. Ismael Ávalos, de los mejores, salvó el gol bajo palos tras una notable cantada de Goyo en la salida. Fue el único acercamiento del rival y las demás ocasiones serían de la Unión. 

 

Los cambios fueron encaminados a refrescar. Sin grandes movimientos tácticos, Mateo consiguió cosas con la entrada de Ventura, que dio más control al equipo ante un rival cansado, y con Ávalos y Abel logró más velocidad en la salida. Guti, que ganó la partida a la defensa, disparó alto en el 22'. Luego fue Maza quien falló un cabezazo cuando estaba solo para empujarla. En el 31', algo similar le pasó a Guti tras una buena triangulación y una enorme carrera de Maza. El gol, o la falta de este, es una cosa que Mateo tiene que solventar cuanto antes.

 

Todo a su debido tiempo. De momento, la Unión acaba la primera vuelta fuera del descenso después de ganar tras doce jornadas. Toca ahora seguir ese nuevo rumbo.

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