El fantasma del descenso aparece delante del Algeciras igual que la última vez que lo vio. Fue en la temporada 2005-06 y entonces no consiguió sortearlo y dio con sus huesos en Tercera. Ahora la esperanza entre los aficionados es mayor que entonces, sobre todo por la sensación que despide el equipo, pero no porque sus números sean mejores.

Recién pasada la Navidad y a las puertas del ecuador de la competición, en la jornada 18, aquel conjunto algecirista tenía 15 puntos, los mismos que ahora. La diferencia estriba en el modo de conseguirlos, y nunca mejor dicho, ya que el conjunto albirrojo había ganado a estas alturas cuatro encuentros (ahora sólo tres) y el actual sólo mejora a aquel en que ha logrado seis empates y ha sufrido nueve derrotas, que entonces eran tres y once. Es decir, ahora gana menos y pierde también menos.

En goles a favor y en contra sí sale ganando tímidamente aquel Algeciras, que había marcado diecisiete, uno más que el de ahora, aunque había recibido veintiséis y en la actualidad lleva veinticuatro.

Curiosamente, con los mismos puntos, aquel Algeciras no era colista a estas alturas, como lo es el equipo de José Luis Montes, aunque sólo tenía por debajo a un Díter Zafra que terminó bajando como último con unos números nefastos. El Algeciras bajó con 36 puntos, como penúltimo, a nueve del Baza, que fue el último que se salvó. El conjunto algecirista pasó una temporada turbulenta por culpa de los problemas económicos, mucho más graves que los de esta temporada y que provocaron incluso que la plantilla se encerrara en el Nuevo Mirador como medida de protesta.

El entrenador a estas alturas era Antonio Gutiérrez, pero antes habían estado Cristóbal Torres 'Tobali' y Manolo Villa y después estuvo Vicente Carlos Campillo. Cuatro entrenadores en nueve meses. Directivas no digamos. Era el equipo de Nieto, Yeyo, Gonzalo, Pepe Galán, Félix, Armada, Curro, Mario, Bautista, Xavi Morón, Juan Pablo, May, Juampeý

Un 9 de enero venció por sorpresa en badajoz (1-3) y la salvación se le quedó a cinco puntos y la promoción a tres. Ahora los dos los tiene un punto más lejos, a seis y cuatro. Sin embargo estos son los fríos números. Si en aquellos días el público abandonaba el Nuevo Mirador resignado, apenas preguntándose qué refuerzos iban a llegar en el mercado de enero, el pasado domingo la afición no dejó el campo en silencio, sino más bien todo lo contrario. Abroncó a los jugadores porque la mayoría entiende que pueden dar más de sí, como han demostrado en algunas ocasiones. En aquellas fechas llegaron jugadores como Berenguer o Alfaro. Este último fue uno de los que se quedó al curso siguiente para conseguir devolver al Algeciras a Segunda B. De la mano de Manolín Núñez lo lograron, aunque ninguno temía que a estas alturas iba a encontrarse en una situación tan parecida.