algeciras cf - ub lebrijana

Un empate con pérdidas (1-1)

  • El Algeciras deja escapar el triunfo ante la Lebrijana, el liderato y cae fuera de liguilla

  • Albertito marca en el 30' y Raúl iguala en el 36'

  • Falta de precisión y suerte en el segundo acto

Dice el cineasta Woody Allen que "el noventa por ciento del éxito se basa simplemente en insistir". Así logró el Algeciras Club de Fútbol el triunfo la pasada semana pero ayer ante la Balompédica Lebrijana cayó del lado de ese diez por ciento y se tuvo que conformar con un empate. Un punto que suma pero que también resta por lo que dejó de ganar. Los albirrojos dejaron escapar a un combativo rival y la opción de ser líder por primera vez esta temporada, y cayeron fuera de los puestos de fase de ascenso.

El Algeciras sumó el segundo empate como local en un partido que cumplió con el guion que todo el mundo tenía en mente. Era un combate ante uno de los rivales más duros y agresivos del grupo X, que además no está cojo en un simple pero efectivo ataque. Después de una primera parte con intensa y equilibrada, y en la que los locales tuvieron problemas en el centro, los albirrojos volvieron a recomponerse en la segunda mitad, tomaron el control pero faltó acierto y hasta suerte cuando Pablo Ganet estrelló un cabezazo en el poste.

El conjunto del Nuevo Mirador sigue echando en falta un nueve. Ito y Chico Díaz, lesionados, siguen en la grada. También se quedó ahí Adrián Máiquez en favor de Álex Oñate. El resto del equipo titular, el previsible.

Quiso llevar el Algeciras el peso del partido pero pronto se vio que enfrente había un equipo de cuarzo, que no se arruga, que siempre va al límite y que también quiso hacerse duelo del centro del campo. Pablo Ganet, que en la segunda parte se enchufó como él sabe y su equipo lo notó, tuvo la primera opción. La Lebrijana, a balón parado, también probó suerte.

En el 17', Iván Turrillo hizo un giro que le lastimó la rodilla izquierda y le sacó del partido. Minutos después (en el 36') fue el bravo Dani Fornell el que tuvo que pedir el cambio, pero antes culminó una buena jugada colectiva con un disparo que se fue al poste de la portería de Romero.

La suerte, que luego sería esquiva, hizo un guiño y una media sonrisa al Algeciras, que poco después se adelantó. A falta de de delantero centro, la conexión Albertito-Ayala. La doble A funcionó. Un segundo centro seguido del algecireño lo remató el falso nueve sevillano tras adelantarse a la defensa lebrijana.

Los de José Antonio Asián tuvieron problemas en el centro del campo. Dio la sensación que faltaban ayudas y cohesión en el medio centro. Menos mal que Ernesto volvió a estar imperial en su labor y sostuvo el centro del Algeciras y hasta le dio alas en la segunda mitad.

La Lebrijana siempre hizo daño con los balones largos que casi siempre los ganó Plusco -con el 4 en la espalda, los lebrijanos jugaron con los números desordenados- para que su equipo aprovechara las segundas jugadas. También el habilidoso Starling inquietó en el costado de Pablo de Castro, que se quedó en el vestuario en el descanso con molestias. Pero el tanto del empate, en el 36', llegó con una falta escorada que remató de cabeza Raúl, que estuvo mejor que la defensa local.

Otra vez el Algeciras dejó su mejor versión tras recomponerse en el descanso. Ya sí fue rotundamente superior y mereció más que la Lebrijana, ya más agotada, pero que resistió a base de sudar la gota gorda y de dar duro. Sacrificó, eso sí, su ataque.

Entró Anaya por De Castro, también lesionado. Asián situó a Tano en punta y, falta de acierto del talentoso futbolista albirrojo a un lado, se sintió como pez fuera del agua. Tuvo una muy clara pero no llegó a disparar. Mejoró el ataque albirrojo con la entrada Ranchero -empieza a merecer más minutos- por Berlanga en un cambio ofensivo del técnico albirrojo, que acalló el tópico de entrenador defensivo. El Algeciras, eso es innegable, se fue a por la victoria. La mereció.

Arrinconó a su rival, que ya empezaba a perder tiempo con la complicidad de un árbitro temeroso en las jugadas problemáticas. El problema algecirista estuvo en las imprecisiones, especialmente (y extrañamente) de Mané. Y la falta de acierto en los metros finales.

Aún así tuvo ocasiones para lograr la victoria y el liderato. Pablo Ganet hizo de quitanieves en la poblada defensa albiceleste y rondó el gol. Albertito rompió la muralla con un hábil bisturí. Un centro al segundo palo lo remató forzado Ranchero pero lo detuvo el meta visitante. Todas las ocasiones se ahogaron en la orilla, entre la desesperación.

Una semana más sin delanteros centro faltó el acierto de la segunda línea y hasta la suerte cuando Pablo Ganet remató limpio un magnífico centro de Mané que chocó en el larguero. Insistió pero esta vez no hubo premio y el liderato tendrá que esperar.

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