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El 'efecto Caparrós'

  • El Sevilla se impone a la Real en un duelo clave por Europa

  • Banega, de penalti, marca el gol del triunfo

El Sevilla, en el regreso de Joaquín Caparrós trece años después, se redimió de sus últimas malas actuaciones y ganó a la Real Sociedad, con lo que se reengancha a la lucha por Europa y deja virtualmente fuera de ese objetivo al conjunto donostiarra.

Aunque Caparrós lleva muy poco tiempo, justo para tocar la fibra sensible del plantel y apelar al orgullo y la casta, los sevillistas empezaron bien, con profundidad y buscando un gol que pudo llegar en el primer cuarto de hora en dos opciones de Sarabia, la última tras intentar superar por alto a Moyà y abortada perfectamente por el mallorquín. Con Banega moviéndose con libertad en la media punta, en los extremos Sarabia y Nolito, más activo pero sin tino el primero, y Sandro arriba, el Sevilla quiso llevar el mando ante una Real que no se descompuso, por la labor de Illarramendi y Zurutuza. Los locales no pudieron sostener su alto ritmo y se diluyeron, lo que intentaron aprovechar los donostiarras, que, afanados en la presión, tampoco llegaron con claridad, salvo un cabezazo flojo de Januzaj a los 18 minutos y un tiro a la media vuelta de Oyarzabal que paró sin apuros David Soria.

Aun así, el equipo de Nervión, consciente de su necesidad, dio un acelerón, pero no acertaron Sarabia, que cabeceó alto, ni Sandro, en la ocasión más clara al remachar un peligroso centro de Banega que Moyà salvó con una mano providencial al final de la primera mitad. En la segunda, cuando apenas se llevaban 30 segundos, sí llegó el gol del Sevilla, su gran déficit últimamente. Nolito se sacó de la chistera un gran pase hacia Sandro y, al entrarle dentro del área Llorente, el árbitro pitó penalti que Banega convirtió en el 1-0 con un tiro muy ajustado, pese a que Moyà casi rozó el balón.

Los visitantes se estiraron y miraron más a la meta de Soria. No les quedaba otra, pero adolecieron de ideas nítidas para erosionar el seguro entramado defensivo de los locales, que tuvieron cerca el 2-0 a los 52 minutos por medio de un implicado Sandro, al buscar la escuadra con un potente disparo que despejó Moyà, el mejor de los realistas.

Los sevillistas, que acusaron su gran desgaste físico de una dura y exigente temporada, perdieron el control ante el mayor empuje de la Real, que apretó con fe a un Sevilla que se defendió con orden, solidario y firme, con mucho orgullo, para acabar sumando tres valiosos puntos de cara a conseguir al final de Liga en puestos de Liga Europa.

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