El Fraikin BM Granollers pasa por uno de los peores arranques de temporada que se recuerdan en la comarca vallesana. El club que posee una de las canteras más productivas y célebres del país se encuentra sumido en un bache de resultados ya que sólo ha ganado uno de sus últimos nueve duelos.

El Granollers, que disputa la Copa EHF europea fruto de su séptima posición liguera en la pasada campaña, no termina de despegar esta andadura. De hecho el equipo barcelonés iguala a seis puntos en la clasificación con su próximo rival, el Algeciras BM. Los de Manuel Montoya, después de once jornadas, coquetean con el descenso. Algo impensable el pasado verano.

El Fraikin sólo ha cosechado un triunfo en casa esta temporada, como el Algeciras BM. El Palau de los Esports, tradicionalmente un fortín, se ha contagiado del mal momento que vive el Granollers, que tras vencer los dos primeros encuentros de la Liga (Pilotes y Torrevieja) se ha diluido como un azucarillo.

Montoya, un técnico que tras diez años en la casa es uña y carne con el club, cuenta con un plantel contrastado y sobre el papel muy competitivo: hombres de la talla de Vicente Álamo, Viver, Raigal o Pérez Canca lideran un grupo en el que se mantiene el bloque a excepción de cuatro bajas: Berrios, Cmiljanic, Krivocapic y el canterano Cristian Malmagro. Las dos últimas, dos pérdidas valiosas. El Granollers se reforzó con Davor Cutura, Sigtryggsson y Svitlica, además de la habitual camada de casa, pero de momento no cuaja.

Por eso mañana este clásico de la Asobal ha catalogado la visita del Algeciras BM como una final.