El Marbella de José Luis Montes provocó ayer un tropiezo del todopoderoso Cádiz en Carranza con un gol del algecireño Pedro en el minuto 85.

El equipo de Javi Gracia anotó ayer tres goles, pero encajó otros tres, y tuvo que conformarse con sumar un solo punto ante un Marbella que, con diferencia, es el mejor equipo que ha pasado por el Ramón de Carranza. Con sus camisetas negras, los pupilos de José Luis Montes se apoderaron de la personalidad que vive en el fantasma del Conquense y metieron el miedo en el cuerpo al líder del grupo IV a base de sustos.

Nada más empezar el partido, Kiko Casilla tuvo un resbalón en el área chica que sería premonitorio sobre lo que a la postre iba a ocurrir: el segundo resbalón del Cádiz en casa en lo que se lleva de temporada. Pero el susto se iba a quedar pequeño teniendo en cuenta lo que estaba por venir. El Marbella, perfectamente ordenado sobre el terreno de juego, no se amilanó ante el habitual arranque amarillo que provoca una sonrisa de orgullo en el técnico y en el aficionado y puso caras largas en el Ramón de Carranza.

Tras el gol inicial de Santi Moreno, el algecireño Pedro, el gran peligro visitante, se internó con el balón y Mansilla le hizo un penalti que materializó el autor del primer tanto.

Pero a cinco minutos para que acabara la primera parte el líder alejaba los fantasmas y renacía de sus propias cenizas. Primero marcó Chietino en propia puerta, adelantándose a Ormazábal tras un pase de Toedtli, y al instante el ex del Poli Ejido de cabeza tras un buen centro de Fleurquin. A media hora del final, el árbitro pitó un penalti que transformó Toedtli, pero entonces surgió Pedro, tras una gran jugada por banda izquierda de Chus López, daba el susto definitivo logrando de fuerte tiro el empate a tres.