El Algeciras CF estuvo más fuera que dentro, pero puede que aún esté a tiempo de colarse en la fiesta de fin de curso. Los albirrojos han salvado la última gran crisis después de dos victorias fundamentales en sendos partidos a cara o cruz. Emilio Fajardo ha vuelto a encontrar el camino para reiniciar a un equipo que estaba totalmente hundido y desconectado. Un cambio en el estilo de juego y, sobre todo, en la mentalidad mantiene viva la esperanza de alcanzar la liguilla de ascenso a Segunda B. Sigue siendo casi un milagro, a cinco puntos con quince por jugarse, pero los del Nuevo Mirador van a quemar todos sus cartuchos con el "partido a partido" como bandera.

El Algeciras ha resurgido cual Ave Fénix. Ante el Puente Genil lo hizo sin creérselo del todo, pero el pasado domingo prorrogó su reacción en un partido rotundo, sin fisuras, con mentalidad ganadora, con ese espíritu que suele acompañar a los equipos que consiguen cosas importantes. ¿Por qué ese cambio tan radical? ¿Qué factores han influido en la recuperación?

La decisión de Fajardo

Emilio Fajardo rectificó. El entrenador albirrojo estuvo en la cuerda floja después de la debacle en Coria. Había estado diez partidos sin perder desde su llegada en enero, pero las tres derrotas seguidas provocaron un cisma en el algecirismo y se cobró la renuncia del director deportivo, Miguel Ángel García. El respaldo firme del vestuario y la visita de la selección española sub-21 al Nuevo Mirador tuvieron mucho que ver en el indulto de la directiva al técnico. Fue el momento en el que el preparador apostó por la revolución: nuevo sistema y cambio de cromos. Dicho y hecho. Fajardo aparcó la defensa de tres centrales y dos carrileros por una más clásica de cuatro, y refrescó el once con algunos jugadores que apenas habían gozado de protagonismo, incluido un canterano del filial como Tote en un claro palo para algunos de los fichajes de invierno.

Aire fresco

La vuelta de un cumplidor como Josemi, la oportunidad a Cerpa, más minutos para Antoñito, la recuperación de Zafra o la alternativa a Tote han tenido mucho que ver en los dos últimos triunfos. Fajardo ha sacado del ostracismo a jugadores válidos y ha abierto la puerta a un chaval de la cantera que da la razón a los que defienden que este equipo necesita su dosis de gente de la casa. La otra cara de la moneda es que se han caído de la rueda jugadores como Karim, Pipo, Eric, Benítez... algunos también con molestias físicas y no se ha conseguido montar un futbolista como Gámiz, del que se esperaba mucho.

La 'miniliga' del partido a partido

El Algeciras se atragantó cuando se puso a hacer cuentas antes de los partidos 'plácidos' con el Ciudad de Lucena y el Coria. Las calculadores, al cajón, al menos en La Menacha. La afición echa sus cuentas cada jornadas, pero Emilio Fajardo pretende que sus jugadores solo miren y piensen en los tres próximos puntos. En este caso, el partido a partido se ha instaurado en un conjunto que encara una miniliga con el viento en contra y sin margen de error. Los albirrojos han sacado adelante dos match-balls y la distancia con el cuarto es de cinco puntos con quince por jugarse. La lógica dice que el Algeciras tiene que ganar los cinco compromisos que le quedan y cruzar los dedos para que el Ceuta o el Xerez DFC pinchen al menos un par de veces. Está muy difícil, no hay que engañarse, pero los enfrentamientos directos abren ese resquicio a la ilusión.