Atrás quedó un 2021 para la historia, inolvidable para el algecirismo por muchos motivos y con Almendralejo en el corazón por siempre, y por delante empieza un 2022 que se presenta como el año de la profesionalización definitiva del Algeciras CF. El club del Nuevo Mirador encarará la recta final y decisiva de su transformación en Sociedad Anónima Deportiva de la mano del burgalés Félix Sancho al mismo tiempo que el equipo de Iván Ania tratará de consolidarse deportivamente en la Primera RFEF sin renunciar a nada.

A grandes rasgos, esos son los dos objetivos principales del Algeciras para un 2022 que va a poner muchos más desafíos en el camino de la centenaria institución. La entidad está en plena transición en la primera campaña de un proyecto que trabaja con vistas a medio plazo, pero con la ambición puesta desde el primer día.

¿Qué se puede esperar del Algeciras en este nuevo año? Esta podría ser una hoja de ruta aproximada de enero hasta junio:

La conversión en SAD

La culminación del proceso de transformación en Sociedad Anónima Deportiva es la prioridad institucional del Algeciras en 2022. El futuro inmediato de la entidad depende de que la SAD acabe en buen puerto dentro de los plazos marcados. El equipo de trabajo de Félix Sancho ha realizado un labor minuciosa desde que el burgalés se decidió por embarcarse en la nave albirroja con el beneplácito de los socios. El acuerdo logrado con la Seguridad Social con la colaboración de Miguel Ángel García desatascó el punto más delicado de un proceso que debería concluir antes de abril con la bendición del Consejo Superior de Deportes. La SAD está encauzada pero Sancho tiene que rematar la faena.

La normalización económica

Una vez que el Algeciras sea una SAD, el club comenzará a funcionar como una empresa. Félix Sancho será el accionista mayoritario (puede que único), con un consejo de administración y una nueva estructura que suplirá a lo que tradicionalmente fue una junta directiva o a un grupo de amigos. La llegada de la SAD deberá también normalizar la situación económica de un Algeciras que ha estado sobreviviendo en el alambre los últimos años. Con la deuda con la Tesorería pactada y aplazada, y con la concursal muy cerca de ser eliminada, la entidad podrá abrir infinitas puertas de ayudas y subvenciones que han estado cerradas durante mucho tiempo. 

Asentar la nueva estructura

El Algeciras actual, como se ha dicho, se encuentra en plena transición. Desde el pasado verano, Félix Sancho tomó las riendas con Nicolás Andión como principal apoyo. El de Burgos ha traído a personas de confianza que se están demostrando eficientes y profesionales, con el único borrón de Sergio Fernández en la parcela deportiva, un problema que el empresario atajó pronto. El regreso de Miguel Ángel García como persona algecireña de confianza es un primer paso también para que otros que ayudaron en el pasado se puedan reincorporar a la estructura. El Algeciras ha hecho muchos cambios en pocos meses y más que quiere hacer. Quizás por haber intentado abarcar tanto algunas cosas no han salido del todo bien, como el asunto de la camisetas. Como de los errores se aprende, Sancho ya ha tomado cartas para estos no vuelvan a pasar.

Competir sin renunciar a nada

La mayoría de los focos del día a día del Algeciras se centran en lo deportivo. A punto de alcanzar el ecuador de la temporada, el equipo de Iván Ania ha dejado más sensaciones positivas que negativas. Los albirrojos están en mitad de la tabla, más cerca de los puestos de playoff que del descenso, y a medio camino en cuanto a puntos para garantizar la permanencia. El objetivo algecirista es consolidarse en la Primera RFEF sin renunciar a nada. Sancho aspira a competir en la segunda vuelta como en la primera con la intención de poder soñar con el playoff, aunque no es el objetivo realista. La afición, en su mayoría, aplaudiría lograr la permanencia sin pasar angustias para pensar en un saltito de nivel la andadura siguiente, la 22/23. Los fichajes de invierno tan demandados por el algecirismo servirán también para medir hasta dónde alcanza la ambición real del club. 

Un impulso social más

Lo institucional, lo económico y lo deportivo van muy ligado y repercutirán en lo social, en la parcela que ha pegado el mayor arreón en el último año. El crecimiento en el número de abonados (por encima de los cuatro mil, todo un récord), el ambiente que se vive en el Nuevo Mirador cada partido, el algecirismo que se respira por las calles, la presencia en las redes sociales, el apoyo del tejido empresarial, el convenio con el fútbol base de la ciudad, la puesta en marcha del Algeciras Genuine y el Algeciras femenino... Todo esto y mucho son reflejos y motores de la salud del Algeciras, que debe aprovechar la estabilidad de la SAD para ir un paso más allá.