Algeciras CF

El Algeciras, en clave de reflexión

Barrera y Robin hacen gestos con los manos tras un gol del San Fernando.

Barrera y Robin hacen gestos con los manos tras un gol del San Fernando. / Erasmo Fenoy

Semana de reflexión en el Algeciras CF y, por supuesto, de trabajo aunque el equipo no vaya a competir este fin de semana. La dura derrota sufrida ante el San Fernando, la primera de la temporada en el Nuevo Mirador, ha sumido al algecirismo en un mar de sensaciones contradictorias: los hay autocríticos, enfadados, optimistas, decepcionados, de fe ciega... La preocupación no está reñida con la confianza en la plantilla de Salva Ballesta. No obstante, los últimos resultados y sensaciones invitan a detenerse y ver por qué la máquina no funciona igual.

Para detectar y solventar un problema, lo primero y fundamental es admitir que se tiene uno. Este Algeciras ha dejado de ser el Algeciras que hacía bien tantas cosas. Los números de la segunda vuelta están ahí y lo visto ante el San Fernando fue el cúmulo de los síntomas que algunos seguidores venían palpando semanas atrás.

¿Por qué el Algeciras ha cambiado su forma de jugar e incluso de encarar los partidos? Es una pregunta que se hacen muchos algeciristas. Ese empeño por tratar de sacar el balón jugado es lo que más escama a la hinchada, sobre todo tras ver como se repiten fallos puntuales que están costando puntos. ¿Sacaba así el balón antes el Algeciras o era más directo y pasaba desapercibido?

La realidad es que un conjunto que brillaba por no complicarse la vida y que destacaba por hacer incómodo el partido a su rival ha visto volteada la tortilla. Ahora afloran los recuerdos de la pretemporada, cuando Salva Ballesta probó y probó con un fútbol que no encajaba con estos jugadores.

Desde que el Algeciras alcanzó su máxima ventaja como líder del grupo IV-A de la Segunda B y se produjo el primer varapalo, el de Sanlúcar, se ha ido produciendo un cambio también en el discurso: de hablar de partidos superimportantes en la previa a vestir como un encuentro más un duelo directo, incluso en el tramo final. Quizás sea una estrategia para descargar presión, pero cuando mejor ha competido este equipo es cuando ha ido con el cuchillo entre los dientes y sin mirar la clasificación ni los puntos.

Del partido a partido, el Algeciras ha pasado al "un punto más, un partido menos", un dictado que para muchos aficionados suena conservador. Por el camino se ha esfumado casi todo el colchón sobre la cuarta plaza, aunque en la recámara sigue estando el partido aplazado con Las Palmas Atlético.

El Algeciras se va a jugar la temporada prácticamente en una semana, la primera de marzo, con tres partidos casi seguidos. En los cinco duelos que lleva de la segunda vuelta, el cuadro de Ballesta ha sumado seis puntos, siete menos que el San Fernando, el mejor en esta parte del calendario y casi la mitad que el Tamaraceite y la Balona, dos de los aspirantes a hacerse con una de las tres primeras plazas. El margen de error de los del Nuevo Mirador se ha reducido prácticamente a cero. Por delante, dos semanas para tratar de revertir la dinámica y levantar los ánimos.

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