El Algeciras CF (Segunda B) firmó un empate sin goles ante la UD Melilla (Segunda B) en un partido amistoso poco vistoso, sosete a ratos, pero del que se pueden ir extrayendo algunas conclusiones. Por lo pronto, el equipo en construcción de Salva Ballesta va tomando cuerpo. Los albirrojos dejaron la portería a cero ante un rival de su categoría, algo necesario después del correctivo aplicado por el Córdoba el pasado jueves. Los aficionados que acudieron al Nuevo Mirador empiezan a hacerse una idea del estilo que quiere el técnico... aunque a estas alturas, con los jugadores fundidos, tampoco se puede esperar ver la mejor versión de la mayoría de los peloteros, salvo contadas excepciones.

El Algeciras se mostró serio, más compacto que en sus tres primeras apariciones, más presto a ensayar lo que va a ser un partido de Segunda B. El horario matinal también servía de test, con mucho calor en un sábado casi veraniego.

Los de Salva Ballesta dejaron el portal a cero -jugaron el Gato Romero y la última media hora Gonzalo Piña- ante un Melilla con un puntito menos de rodaje, pero con mimbres para ser uno de los que haga ruido en su grupo (el grupo V-B). Jugadores como Rubén Gálvez, Pepe Romero, el exbalono Sana, Mawi, Agus Alonso... los norteafricanos dan el perfil de rival indigesto y seguramente esa era la intención al probarse ante ellos.

Romero disfrutó de la titularidad en la portería y el Gato apenas tuvo que intervenir en algún córner y poco más; Alcázar y Llinares jugaron en los laterales y los dos jóvenes cumplieron; Robin y Pablo de Castro formaron como centrales, con algunos problemas al principio pero asentándose sin demasiadas complicaciones; Salva experimentó con un centro del campo con Juanma Justo, Juan Serrano y Raúl Hernández, con movilidad aunque se echaba en falta un mariscal que abarcase más campo. Luego entró Yago y cambió la historia. Álvaro Romero, Yelko y Marcos Mendes se combinaron para dar mordiente al Algeciras. De los tres, el pequeñín es el más inspirado por el momento y supone una gran amenaza en los saques en largo.

A Mendes no se le puede negar el trabajo y el despliegue físico, aunque el atacante no tuvo acierto cuando le llegó el balón arriba. Al cuarto de hora pecó de generoso en una ocasión que debió acabar en disparo. El primer tiempo apenas dejó llegadas interesantes al área, más allá de alguna intentona o algún balón parado. Detrás del tedio para el espectador se escondían un ramillete de variantes tácticas y pruebas que tanto gustan a los entrenadores. Ninguno quiso perder la compostura en el primer acto.

El Algeciras se transformó con la entrada de Yago, Iván y Edu Ubis, tres llamados a formar parte de la columna vertebral. El gallego, que tiene que coger chispa, agarró la zona ancha junto al capitán y liberó al canterano Juan Serrano, a quien no le pesa jugar con el primer equipo. Ubis dio otro aire arriba, fijando, prolongando balones, buscando remate... al '9' se le ve a gusto.

Otro de los refrescos, Dani Sales -de vuelta tras dos partidos- lo intentó a balón parado en el primer disparo a puerta del partido, en el minuto 80. En el córner siguiente casi marca Álvaro Benítez. Dos minutos después casi la engancha Mendes tras un robo en la presión algecirista. Tuvo 20 minutos Yeremi, un joven extremo que se ha incorporado a prueba, pero del que apenas se puede decir nada.

El Melilla, que cambió por completo su once durante el segundo tiempo, cedió el protagonismo al Algeciras en un último tramo más alegre a pesar de la ausencia de goles. Cuarto partido de la pretemporada de los albirrojos, primer empate y 90 minutos más para las piernas, de nuevo ante un Segunda B. No jugaron los lesionados Almenara, Dani Espejo ni Fran Serrano. Ahora, un pequeño respiro y el martes, otra prueba, ante el Sevilla Atlético (Nuevo Mirador a las 20:00).