Dos gallegos, un navarro, un riojano, un madrileño, un barcelonés, uno de Burgos... el nuevo Algeciras CF va tomando forma y por lo pronto queda claro que va a experimentar un cambio de acento con respecto a las últimas temporadas, con un toque más del norte.

El Algeciras 20-21 que comandará Salva Ballesta en la Segunda B quiere hablar una lengua común dentro y fuera del terreno de juego, pero lo tendrá que hacer desde la fusión norte y sur. Los Iván Turrillo, Benítez, De Castro, Almenara, Romero -los de la casa- se van a encontrar con un vestuario prácticamente reformado, con mayoría de caras nuevas, pero casi todos futbolistas contrastados y muy hechos a la categoría.

El vigués Yago Pérez y el barcelonés Marc Llinares, dos de los foráneos que continúan, sirven como ejemplos de rápida adaptación al entorno algecirista. El mediocentro cayó de pie desde el primer momento mientras que el lateral izquierdo, tras una larguísima inactividad por una lesión, funcionó desde la primera oportunidad. Los dos se aclimataron en cuestión de días tras aterrizar el pasado invierno.

El recordado equipo de Montes tenía mayoría de norteños en su plantilla

El Algeciras ha dado un giro grande en el mercado de este verano, este primer mercado del coronavirus, con una apuesta muy diferente a la de años anteriores. La dirección deportiva ha expandido sus miras por toda la geografía española y ha pescado en los diferentes grupos de la Segunda B, algo que no venía siendo habitual en los últimos años, en gran medida por la delicada situación económica. De hecho, tras el último ascenso, el Algeciras apostó por el bloque y por una mayoría de refuerzos de Tercera división. El plan se sostuvo durante la primera vuelta pero venía flaqueando. Con el cambio de presidente y la llegada de Nicolás Andión, la apuesta por otro mercado se hizo sentir en invierno.

Los fichajes de jugadores como el logroñés Edu Ubis, el pamplonica Marcos Mendes, el vigués Yelko Pino, el madrileño Raúl Hernández o el burgalés Guille Vallejo, además de los extranjeros Robin Lafargue y Ali Abdul, el Algeciras vuelve a mirar hacia el norte, hacia una tierra que le ha dado muy buenos futbolistas y alguna que otra plantilla memorable, como la que consiguió armar José Luis Montes en el último ascenso a Segunda A, en 2003 con los Iñaki, Bayarri, Aitor Santos, Gartzen y compañía.

Dos de los refuerzos algeciristas llegan también de fuera de Andalucía aunque ambos son sevillanos: Dani Sales y Melchor. En el caso de Melchor se trata del regreso de un futbolista que conoce perfectamente donde pisa.

Uno de los últimos Algeciras que tuvo tanta presencia norteña se remonta al posterior al descenso. Aquel conjunto de tantos quilates que empezó con Félix Arnáiz Lucas y acabó, sin playoff, con Jordi Vinyals, con los Calleja, Iván Agustín, San Julián o Esparza.

¿Y los que faltan por venir? ¿De dónde serán?