Algeciras Club de Fútbol

Elogio del Algeciras más currista de su historia

"Curro, la gente se cabrea contigo por lo que se queda sin ver cuando las cosas no te salen", cuenta el mismo Faraón de Camas que lo consolaba un aficionado muy amigo suyo después de una mala y prolongada racha de broncas y sinsabores. Al algecirismo le ha pasado esta temporada algo muy parecido. Sí, estamos locos y entusiasmados porque nuestro equipo -la única entidad capaz de reunir para algo en Algeciras a más de mil personas cada quince días- está rozando con la punta de los dedos un nuevo ascenso a Segunda B. Pero la campaña fue tan irregular y tan sumamente extraña en resultados y trayectoria deportiva, que el sentimiento reinante después del 4-0 al Socuéllamos fue de una profunda e impactante incredulidad. ¿Pero cómo es posible...?

Vamos sumando una ristra de carnets del Algeciras CF agujereados tan larga como si fueran los tickets del turno de la carnicería y... No recuerdo que hayamos vivido nada igual. Los datos están ahí. Nos hemos colado como cuartos clasificados en esta fase de ascenso. Perdimos 9 partidos y empatamos otros 11 en la liga regular, lo que quiere decir que pasamos casi la mitad del campeonato cabreados, rompiendo los abonos, maldiciendo con no regresar al Nuevo Mirador. Estos de rojo y blanco no me dan ni una sofocación más ¿Y entonces? Pues ocurrió el cataclismo de igualar con el Conil en nuestro estadio sin capacidad de hacerle un solo gol (0-0) a un equipo que luchaba por salvarse. Y sucedió que, desde ese resultado, el Algeciras CF se olvidó del ácido y lógico estruendo circundante para trazar una prolongada faena de lucha, entrega, sacrificio, buen juego y su pizca necesaria de suerte y... Aquí estamos. Con Emilio Fajardo al frente, bendito terco. Pirueta que te crió. Lo mediterráneo es así: inesperado, irregular, irritante, sorprendentemente mágico, aparentemente débil para tornarse luego en autoritario y poderoso.

"En la temporada de Mere se sumaron 100 puntos, el equipo lo ganaba casi todo y no hubo ni la mitad de ruido que en ésta"

En la temporada de Mere se sumaron 100 puntos, el equipo lo ganaba casi todo y no hubo ni la mitad de ruido que en ésta. El fútbol es así. Solo el ex directivo Diego Castañeda tenía razón, cuando decía al final de cada partido -pasase lo que pasase- que nos meteríamos y subiríamos. Pero ojo. Aún no hemos ascendido. Quedan 90 minutos a vida o muerte en Socuéllamos, que hay que jugar con toda la tensión y respeto porque el manchego es un buenísimo bloque pese al resultado de aquí.

Ocurra lo que ocurra, siento que es una de las temporadas que más lecciones nos ha enseñado a todos. Que esto es largo, que siempre hay que esperar y pelear hasta el último segundo y la más remota posibilidad mientras ésta exista. Que no vale de nada no construir, porque luego subirse al carro resulta un ejercicio patético hasta decir basta. Que esto es un juego en su más amplia extensión de la palabra desde que unos británicos lo trajeron a España. Y que siempre puede ocurrir de todo. Como que a Curro le guste el toro, embista bien y nos encontremos entonces con unos minutos de armonía y ritmo estéticos que enmarcaríamos en el museo de El Prado. ¿O no fue así la impresionante cabalgada en solitario de Antoñito desde su área para hacerle el 2-0 al Socuéllamos? ¿O las paradas del Gato Romero a cada obús rival? ¿O la manu militari de Borja en la defensa? Pues eso. Cruzaremos ahora medio país de madrugada tras los fuegos artificiales de la Feria Real 2019 soñando con la euforia infinita de un nuevo ascenso.

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