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El Villa se sacude todos los fantasmas

  • Decisivo Adrian Moss se doctora en el regreso de Richi Guillén a Los Barrios Brillantes Los de Moncho, bajo la genial batuta de Rivero, superan al Alerta y olvidan sus dos últimos varapalos

Patada a la crisis. Adiós a los fantasmas. Llámenlo como quieran pero el Villa de Los Barrios volvió a sonreír ayer después de dos derrotas seguidas y se quitó un peso de encima enorme. Los gualdiverdes se apuntaron un triunfo de prestigio, muy merecido, frente al Alerta Cantabria, el Lobos de toda la vida. Fue en el regreso de O Rei Ricardo Guillén al Samuel Aguilar, pero ayer fue la noche Adrian Jamaal Moss. El center del Villa se comió a Richi y brilló en un partido orquestado por Pedro Rivero. Una vez más El Batuta marcó los tiempos.

Era la noche propicia para enterrar los miedos -los varapalos aún frescos de Gandía y ante Burgos- y el Villa se levantó como mejor sabe, a base de juego colectivo, a pico y pala. La victoria supone mucho porque corta este miedo de raíz, despeja el panorama ante la última jornada de la primera vuelta -la difícil salida a Alicante- y cumple con el libro de ruta barreño tras el nefasto 0-4 de principios de Liga. Además de ser la primera alegría de 2008.

Ayer todos los focos apuntaban a Richi Guillén -MVP la pasada campaña con Los Barrios- y en menor medida al séquito de ex gualdiverdes formado por Damon Johnson, Chus Poves, Odriozola y Txomin López. Pero Adrian Moss fue acaparando la atención desde la primera ventaja local en el 2-0 de salida. Defendió a Richi como una sombra -con tapón incluido en el primer cuarto-, le hundió varios reversos en la cara y le mandó al banco por faltas. Grande, muy grande el ex campeón de la NCAA.

El Villa arrancó el partido mejor que un Alerta extremadamente fallón (7-0 para abrir boca). Pero no podía ser tan fácil, algo fallaba. Chus Poves abrió el fuego cántabro después de cuatro minutos sin que su equipo rascara bola y el luminoso se equilibró con dos triples del portugués Betinho. El Lobos se fue mandando (15-17) de forma anecdótica porque las fuerzas estaban parejas.

Los visitantes-de negro con una elástica muy llamativa- se subieron a las barbas del rival en el segundo acto, curiosamente cuando el Villa funcionaba más fluido. El aro encogió para los de casa. Una de Richi por aquí -sigue siendo exquisito en ataque- y otra de Betinho por acá y el Lobos llegó a mandar hasta por siete puntos (19-26). Alarma naranja pero el Villa desatascó pronto el entuerto. Otro poquito de Webster por aquí, una buena dosis de casta del capitán Chagoyen y otro poquito de Adrian Moss. Los barreños voltearon la tortilla al descanso (33-31).

Y todavía quedaba lo mejor. El equipo de Moncho Fernández cuajó un segundo tiempo para verlo en vídeo, salvo algunas pérdidas tontas fruto de la ventaja. El tercer cuarto fue otra lección de defensa y rebote y sobre todo la coronación de Moss, a la postre MVP de la noche (23 puntos, 6 rebotes y 24 de valoración). Un mate espectacular tras robo del americano puso diez arriba al Villa y la cuenta se disparó hasta los trece ya en el último periodo.

Los Barrios finiquitó al Alerta con Pedro Rivero a toda máquina. Puso al equipo a toda caldera y no concedió ni un milímetro de esperanza al rival en el marcador, que luego ya se sabe. A la fiesta se terminaron sumando todos, correctos en sus respectivos roles. Mención especial también para Matt Webster, ovacionado por su entrega. Casi desapercibidos pasaron Poves, Odriozola y Damon Johnson. El bueno de Txomin López ni siquiera se desvistió.

Ahora que ya no hay fantasmas del pasado, el Villa visitará Alicante sin complejos, con toda la segunda vuelta por delante para progresar. Esto ya es otra cosa.

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