La junta directiva de la Unión decidió ayer dar un toque de atención a algunos jugadores de la plantilla tras la mala serie de resultados que han dejado al equipo a nueve puntos de la cuarta plaza, con el objetivo de disputar la liguilla de ascenso muy lejano. Además, los mandatarios decidieron dar un voto de confianza a Juan Antonio Sánchez Franzón, que presentó de nuevo su dimisión como entrenador, pero ésta no fue admitida y el isleño seguirá al frente del equipo hasta el final de la temporada.

Por la mañana el presidente del club, Manolo Lamas; el director deportivo, Antonio Rodríguez, el gerente, Mario Galán; el entrenador, Juan Antonio Sánchez Franzón y su segundo, Joaquín Gómez Quinichi mantuvieron una larga charla en la que intercambiaron impresiones sobre la marcha del equipo y se reiteró la confianza de la directiva en el técnico.

Ya por la noche la junta mantuvo un encuentro en el que, tras tener en cuenta la reunión de la mañana, se reiteró en la idea de exigir más a algunos jugadores. Además, Mario Galán se encargará de hablar con los jugadores uno por uno para palpar su situación en el club. Si alguno de ellos desea irse lo podrá hacer, siempre dentro de las condiciones que le exija el club. De esta manera, la Unión ya tantea el mercado para poder compensar las posibles bajas que se puedan dar, pero siempre que no supongan un gasto extra para la entidad barreña.

El presidente del club, Manolo Lamas, mostró su confianza en Juan Antonio. "Es un técnico de mucho prestigio y apostamos por él hasta que termine la temporada. Agradecemos el gesto que ha tenido poniendo el cargo a nuestra disposición, pero creemos que él puede mejorar la situación. Por el contrario, hay varios jugadores que no están rindiendo como al principio de la temporada", explicó.