Fútbol

Tito Vilanova pidió al Barça que no denunciara a Mourinho

  • Sandro Rosell reconoce que fue el propio agredido quien solicitó que se actuara así para no "convertir en víctima" al entrenador blanco.

El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, ha explicado los motivos por los cuales el club no denunciará a la Federación Española de Fútbol (FEF) ni a los estamentos correspondientes la actitud del entrenador del Real Madrid, José Mourinho, durante el último enfrentamiento de Supercopa de España entre ambos equipos, al tiempo que ha atribuido la responsabilidad de lo ocurrido al club blanco al asegurar que "el problema lo tienen ellos, no nosotros".

"El cuerpo nos pide una cosa, pero el sentido común otra y por lo tanto no lo haremos. Debemos bajar el nivel de crispación que hay porque sino nos haremos daño fuera de el campo. No está la sociedad para meter más leña en el fuego. Nosotros no somos una junta directiva bravucona y charlatana, somos diferentes", espetó durante su intervención en el 32º Congreso Mundial de Peñas culés celebrado en el Palau de Congressos de Barcelona.

Además, el dirigente explicó que la cúpula del Barça consensuó la decisión con el máximo responsable del fútbol, Andoni Zubizarreta, y los técnicos Josep Guardiola y Tito Vilanova, este último agredido por Mourinho en tángana final del partido. "Vilanova fue el primero que nos pidió no hacerlo. No queríamos estar toda la semana previa a la Supercopa de Europa hablando de ello. No queríamos que la parte deportiva se viera afectada", detalló.

Según Rosell, los hechos ocurridos y las imágenes son lo bastante evidentes de por sí solos para que la FEF actúe de oficio. "La opinión pública tiene claro que lo que ha hecho Mourinho no es correcto. No sabemos si los estamentos de la Federación actuarán porque están de vacaciones, pero las pruebas son clarísimas y si lo creen pertinente ya lo harán. Nosotros no queremos convertir en víctima a nadie", subrayó.

Por último, instó al barcelonismo a centrarse en los éxitos deportivos del club y no desviar la atención a la polémica del último clásico. "Debemos ir a la nuestra, disfrutar de los triunfos y preparar la Supercopa de Europa", prevista para este viernes a las 20.45 en Mónaco ante el Oporto portugués.

Ante más de mil peñistas de las más de 1.400 peñas del Barça esparcidas por el mundo, Rosell articuló un discurso bilingüe donde alternó el catalán con el castellano, y presentó a los dos nuevos integrantes de la familia del Barça, el chileno Alexis Sánchez y el catalán Cesc Fàbregas, en el que fue uno de los momentos álgidos de la mañana.

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