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El San Roque sigue de bajón

  • Los rojillos encajan dos goles fáciles ante el filial del Decano y sufren su cuarta derrota seguida de la temporada Ni el regreso de Liam sirve en un equipo deprimido y sin fútbol

¿Qué me pasa doctor? Se debe preguntar el Club Deportivo San Roque, un equipo desconocido, deprimido y sin alma que ayer sufrió su cuarta derrota consecutiva de la temporada. Sí, la cuarta. Los rojillos hincaron la rodilla en campo propio ante el Recreativo de Huelva B, un grupo de críos que con muy poquito se llevó los tres puntos y evidenció las vergüenzas del empequeñecido conjunto de Diego Pérez Yiyi.

Ni el ansiado debut de Liam Walker, ni el cambio de portero, ni las múltiples variantes en un once que no sabe muy bien a qué juega. Nada de eso sirvió para quebrar un bache de resultados e identidad que ya retumba a crisis en el Manolo Mesa. El gibraltareño, por cierto, de lo mejorcito de la tarde, marcó el gol de la honrilla en el tiempo añadido, un tanto que hizo soñar con el empate por unos instantes, pero que no se engañe nadie porque jugando así el San Roque no va a llevarse muchas alegrías.

El cuarto tropiezo seguido, el segundo consecutivo en un campo que era un fortín, es el reflejo de un San Roque que atraviesa una crisis de personalidad pronunciada. Sin un atisbo de fútbol, el cuadro de Yiyi sólo tiró de corazón cuando se vio con el marcador muy en contra y solamente en el tiempo añadido sacó las uñas. Es preocupante que este equipo encaje dos goles con tan poca oposición. El Recre B entró como cuchillo en mantequilla en apenas dos chispazos: una recuperación en banda de Girón por el costado izquierdo posibilitó un centro que acabó con el balón en el área rojilla en botas de Antonio Domínguez en el minuto 16. El recreativista quebró a Trujillo y fusiló a Borja, ayer el titular en lugar de Goyo. Diez minutos después una contra cogió con las pantalones bajados a la zaga local y Caye entregó en bandeja a Naranjo para que empujase a placer. Así de fácil, así de pronto, mató el partido el filial onubense.

Y todo a pesar de que el San Roque había salido con mordiente, con un par de llegadas que quedaron en suspiros en el aire. Yiyi cambió de portero y metió a Liam por Nacho Fernández en el once. Dos retoques que no evitaron sendos mazazos y un primer tiempo totalmente dominado por el joven pero disciplinado bloque del Decano, con un perro de presa en el centro del campo que se bastó él solo para sacar de quicio a los de rojo.

En el segundo acto Yiyi dio entrada a Ismael y el San Roque ganó peso y verticalidad. Los locales fueron embotellando a un Recre B que no supo leer la situación ni buscar las cosquillas a la contra. De hecho Borja fue un mero espectador en la segunda mitad. Los rojillos acumularon oportunidades en botas del sanroqueño Stoichkov-que sigue creciendo-, de Alvi y de Liam. El paso de los minutos fue enzarzando una contienda que espesó. Y el gol que podía cambiarlo todo no llegaba. No fue hasta el minuto 91 cuando Liam enganchó un zapatazo que propició un tiempo añadido alocado en el que el San Roque estuvo a punto de empatar. Pero cuando un equipo no está, no está.

Al final, más caras de decepción que de enfado en una parroquia que ve como su equipo se diluye en una depresión que no parece tener fin. Y el próximo fin de semana, sin tiempo para penas, espera el filial del Betis.

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