Fútbol l Segunda división B

Puertollano, con rango de final

  • Los malos resultados enrarecen el ambiente en el próximo rival del Algeciras, que se toma el partido del domingo como si fuera definitivo. Su presidente habla de tomar medidas si no logra la victoria

Una mala racha de una sola victoria en las cinco últimas jornadas y, sobre todo, el revés encajado el pasado fin de semana en Alcalá ha enrarecido el ambiente en el Puertollano, que afronta la inminente visita del Algeciras muy presionado para embolsarse los tres puntos.

Si en el bando algecirista el enfrentamiento entre patrocinador y plantilla y los problemas económicos han disimulado la crisis de resultados, en el próximo rival no. Allí el dinero no es el problema, pero sí los marcadores. Tanto que el presidente, José Antonio Navarro, ha tenido que salir una vez más para transmitir tranquilidad a los jugadores y al cuerpo técnico, aunque esta vez con un matiz. Pedro Sánchez de la Nieta, el entrenador tiene toda su confianza, pero hay que empezar a sumar ya de tres en tres porque si no habrá que tomar alguna medida para salir del atasco.

El Puertollano tiene como objetivo terminar entre los ocho primeros. Ha realizado esta temporada un importante desembolso económico para alcanzar sin problemas la permanencia y quién sabe si aspirar incluso a la fase de ascenso. Hasta la fecha, nada más lejos de la realidad. Está el décimo tercero, con 18 puntos, cuatro más que el Algeciras y sólo tres de ventaja sobre la zona de descenso. La temida zona de descenso.

La derrota en Alcalá ha hecho mucho daño. Más que por el resultado por la mala imagen dada por el equipo, que no acaba de funcionar como debiera. El martes el técnico le leyó la cartilla a los jugadores. Puso las cartas sobre la mesa y pidió solucionar los errores y los problemas cuanto antes. El entrenador tiró de las orejas al trabajo en defensa culpando a sus hombres del gol recibido ante el Alcalá. "El penalti no lo podemos evitar, pero en el rechace jamás podemos consentir regalarles el rechace y que nos hagan un gol así. Jamás", comentaba enrabietado. También decía que más de un jugador se merecía un cogotazo en el descanso por no estar dando la talla y para que se pusiera las pilas.

Lo que está claro es que el equipo ya está concentrado en el partido frente al Algeciras, ante el que saben' que la victoria es primordial y urgente para calmar el mal ambiente. "Estamos jodidos", ha llegado a decir el técnico tras un entrenamiento con caras largas. "El partido del domingo es mucho más trascendente de lo que la gente se imagina. Para unos y para otros. Pero la única solución para regresar a la tranquilidad es que la UD Puertollano se lleve los tres puntos. De lo contrario, el ambiente empezaría a ser insostenible", ha publicado un periódico de Ciudad Real.

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