Análisis

El Oporto pone fin a cuatro años sin títulos y de dominio del Benfica

  • Con todavía dos partidos por jugar, el trofeo liguero devuelve la calma y la ilusión a una afición que está acostumbrada a ganar títulos

Casillas saluda

Casillas saluda / Efe

Con la conquista de su 28ª Liga portuguesa, el Oporto puso fin a cuatro años consecutivos de sequía de títulos y de dominio del eterno rival, el Benfica, que se había llevado a la capital las últimas cuatro Ligas.

Con todavía dos partidos por jugar, el trofeo devuelve la calma y la ilusión a una afición que está acostumbrada a ganar títulos y que demandaba el fin de una racha de más de cuatro años viendo cómo los trofeos pasaban de largo.

Porque si en la primera década de este siglo fue el Oporto el que marcó el paso del fútbol portugués -entre 2003 y 2013 se llevaron nueve de los once campeonatos ligueros-, después de ese año los "dragones" no consiguieron superar el dominio impuesto por el Benfica.

La última Liga que vencieron se la arrebataron a las "águilas" en la penúltima jornada con un gol en el minuto 92 del brasileño Kelvin en el "clásico" que enfrentaba a ambos equipos, que permitió al conjunto blanquiazul acabar el campeonato doméstico con un saldo de cero derrotas.

En aquella euforia, la afición "portista" probablemente no pensaba que estaba a punto de iniciar la peor racha de su historia reciente.

A pesar de conquistar la Liga, el entrenador portugués Vítor Pereira rescindió su contrato con el club al final de esa temporada y dejó el equipo en manos de su compatriota Paulo Fonseca.

El luso empezó con buen pie ganando la Supercopa de Portugal, el último título que el Oporto sumaría a su vitrina hasta este fin de semana, y después las cosas se torcieron.

El técnico ni siquiera acabó la temporada y el Oporto fue dirigido desde marzo por el entrenador del segundo equipo, Luís Castro, que sólo consiguió dejar al club tercero y a trece puntos de un imparable Benfica, que se llevó la Liga, la Copa y la Copa de la Liga.

En la 2014/2015, el actual seleccionador español, Julen Lopetegui, tomó las riendas del club para intentar enderezarlo y, aunque se acercó más que su predecesor, tampoco tuvo éxito: acabó la Liga segundo, a tres puntos del Benfica.

A pesar de seguir sin títulos, Lopetegui empezó la temporada siguiente en el banquillo y propició la llegada de uno de los fichajes más mediáticos de los últimos años, el del portero español Iker Casillas, que llegaba a Portugal tras toda una vida en el Real Madrid.

Pero la dupla española en el banquillo y en la portería no fue suficiente para hacer florecer al equipo y el resultado liguero fue incluso peor, ya que se cayeron de la disputa por la Liga y acabaron terceros, a quince puntos de la cabeza.

Lopetegui ni siquiera terminó la temporada y en enero salió del club, que contrató al portugués José Peseiro hasta el final de la campaña, que se cerró además con una dolorosa derrota en la final de la Copa ante el Sporting de Braga.

En la 2016/2017, fue el turno del luso Nuno Espírito Santo para intentar devolver la ilusión a la afición pero tampoco lo logró, quedando segundo y a seis puntos del campeón.

Al final, el entrenador que consiguió romper con la mala racha fue el exinternacional portugués Sérgio Conceição, un viejo conocido del club blanquiazul, ya que jugó allí tres temporadas.

Tras fallar en su primer asalto a un título -el Oporto perdió la final de la Copa de la Liga ante el Sporting-, Conceição sí consiguió llevar al club a lo más alto de la Liga y aprovechar las horas bajas del Benfica, que fue eliminado del resto de torneos muy pronto y en Liga es tercero, a falta de una jornada.

El tiempo que ha pasado entre aquel Oporto que ganó la Liga en 2013 y el que se proclamó campeón ayer queda patente con un simple vistazo a ambas plantillas, en las que sólo se repite el nombre de un jugador que este año no ha disputado ningún partido: el del brasileño Fabiano, que actualmente es el tercer portero del equipo.

Como en 2013, esta vez el momento clave también fue un gol tardío en un "clásico" contra el Benfica a poco del final: el que marcó el mexicano Héctor Herrera en el minuto 90 en la jornada 30, que permitió a los "dragones" arrebatarles el liderato y cuatro años de dominio a los encarnados. EFE

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