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Nuevo test en Madrid

  • El Bernabéu examina a los de Solari en otro duelo ante el Barça tres días después de la eliminación copera

  • Marcelo y Umtiti, novedades

Luka Modric, en la sesión de entrenamiento previa al partido contra el Barcelona.

Luka Modric, en la sesión de entrenamiento previa al partido contra el Barcelona. / juan carlos hidalgo / efe

El estadio Santiago Bernabéu acoge tres días después un nuevo clásico del fútbol español, sintiendo aún el dolor de la eliminación de Copa del Rey, con un Real Madrid obligado a levantarse para no despedirse de una nueva competición ante un Barcelona acostumbrado a exhibirse en Madrid.

El golpe fue duro de encajar para el madridismo. Una bofetada de realidad tras dar el máximo y que no llegue para derrotar a tu eterno rival. Un Real Madrid superior en juego en la eliminatoria se quedó a puertas de la final de Copa. Su falta de gol lo condenó en el primer clásico de la sesión continua y está obligado a corregirla si no quiere decir adiós a la segunda de tres competiciones en 72 horas.

"El destino ha querido este partido otra vez y lo disputaremos con todas las ganas"

Pero este curso es poco fiable. Con el mayor número de derrotas de la última década a estas alturas (doce), superando ya las totales de los últimos cursos con siete de ellas en Liga que le convirtieron en vulnerable. El Girona es el último que conquistó el Bernabéu antes de un examen final ante el Barcelona en un clásico que dictará sentencia. Reengancharse a La Liga o despedirse de ella.

Y para esa batalla tiene dudas Santiago Solari. Con su crédito rebajándose, debe decidir a qué dar prioridad: ir con todo en el clásico y poder pagarlo ante el Ajax en la Champions o medir esfuerzos de jugadores claves y meter rotaciones.

Es segura la vuelta a la portería de Courtois, tras un clásico doloroso para Keylor Navas, que recibió tres goles en dos disparos a puerta del Barcelona en juego más el penalti. En la zaga, todo apunta a que Varane forzará. La ausencia de Nacho por sanción lo obliga. Vallejo no tiene ritmo de partidos y sería Casemiro el que retrasaría su posición si la rodilla izquierda de Varane, magullada y con heridas al intentar salvar el segundo tanto en el último clásico, no responde bien.

Las rotaciones pasarían por la entrada de Odriozola y Marcelo en los laterales. Para el brasileño es un gran examen desde su condición de suplente habitual y tras ver el gran nivel de Reguilón en cualquier duelo que sea por alto.

El Barcelona tiene una gran oportunidad para asestar un golpe definitivo al Real Madrid en La Liga. Llega a la vigésima sexta jornada con siete puntos de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y nueve respecto al conjunto madridista, por lo que una victoria de los de Ernesto Valverde eliminaría a uno de sus dos rivales por el título.

Sin embargo, y pese al gran balance del Barça en el Bernabéu en los últimos quince años (12 victorias en los últimos 22 partidos, 47 goles a favor por 33 en contra), es complicado que la historia se repita 72 horas después. La realidad es que en el partido de Copa, los azulgrana no estuvieron bien en el primer tiempo. Aguantaron los primeros 45 minutos y decidieron con más goles que fútbol en la segunda.

Umtiti se perfila como novedad en el lugar de Lenglet como acompañante de Piqué; Arthur, que ya tuvo unos minutos el miércoles, parece que tiene un puesto fijo en la media, mientras que en la delantera todo está en función del estado físico de Dembele.

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